Bien difícil es escribir, y describir, sobre alguien que ha escrito y ha hablado tanto, conociendo de primera mano sobre la música. Diego A. Manrique. Vivir el momento y en el lugar adecuado es lo idóneo para poder hablar como lo hace él; su trayectoria profesional ha hecho que el periodista musical burgalés se haya nutrido durante cincuenta años; ahí es nada.
Medio siglo, o un par de años menos, de historia musical desde dentro está insertado en El mejor oficio del mundo. Sus vivencias, anécdotas tanto profesionales como personales con lo más florido de la música nacional e internacional.
La vida laboral de Diego A. Manrique ha transcurrido entre la radio, la televisión y los periódicos, y hasta la fecha sigue ahí en el diario El País, con sus columnas musicales. Este libro va mucho más allá de lo que podríamos decir memorias, porque él refleja lo vivido en el aspecto laboral, aunque en muchos momentos, inevitablemente, traspasa a lo personal, porque ¿qué indivisible es la faceta personal y laboral cuando se ama un oficio como lo hace él? El título así lo dice.
Habla de su oficio desde la vocación, que podríamos llamar también pasión. Diego A. Manrique es a día de hoy el periodista musical más valorado en nuestro país; lo ha logrado con el tiempo, con su carrera escribiendo, dirigiendo y hablando sobre música. Además de tener una de las mejores colecciones de discos, que haría las delicias de los más melómanos.
Habla en este libro de cómo fue entrando en los medios de comunicación, cómo fue su evolución y hace un recorrido desde dentro hacia su persona, pero retratando toda su andadura, y hablando de la industria, de artistas y su relación con la profesión en general.
En «El mejor oficio del mundo» sabremos del disco de Dylan en español que no fue, de entrevistas frustradas y otras de las que, sin esperar demasiado, acabaron siendo legendarias. Subiremos con él a un avión y aterrizaremos en Canadá a la búsqueda de Leonard Cohen o viajaremos a su lado en un autobús para asistir a un concierto desangelado en una cárcel que nada tiene que ver con los de Johnny Cash… Conoceremos su negativa a sentarse en la silla de un despacho porque su sitio está en las salas de conciertos, en las emisoras de radio, tecleando en la máquina de escribir y, también, en aquella televisión de los programas musicales que, hoy desaparecidos, le llevaron a la construcción de nuevos y sorprendentes formatos. Todo ello relatado con veracidad y algo de sorna, necesaria para rememorar los tiempos en que para algunos la música era cosa de melenudos que solo tenían ganas de molestar.

Diego A. Manrique (Pedrosa de Valdeporres -Burgos- 1950) comenzó a comprar vinilos cuando todavía no tenía tocadiscos. Se profesionalizó casi sin querer, debutando en la revista política. Triunfo, a principios de los setenta. A partir de 1977 fue uno de los hacedores del rompedor Popgrama en Televisión Española, donde posteriormente ejercería de guionista o presentador en espacios de grato recuerdo como Caja de Ritmos, Pop Qué, ¡Qué Noche la de Aquel Año! o FM 2.
Ha trabajado en emisoras como Radio Castilla, Onda 2, Radio Cadena Española, Radio Gladys Palmera, la SER, Radio 1, M21 y, por supuesto, Radio 3, de la que fue uno de sus emblemas desde su fundación, llegando a ejercer de director adjunto entre 2008 y 2012. Allí pilotó espacios legendarios como Diario Pop, Aeropuerto Internacional o El Ambigú, antes de ser despedido de mala manera. Tiene el Ondas (2001) y el Premio Nacional de Periodismo Cultural (2014).
En prensa generalista se le puede leer regularmente en El País y en Diario de Burgos. Su firma también se dejó ver en publicaciones como Tótem, Cambio 16, Dezine, Metal Hurlant, Madriz o Cáñamo. Además, desde mediados de los años setenta animó muchas revistas especializadas en música: Vibraciones, Star, Rock Espezial, Disco Actualidad, Ruta 66, Boogie, Todas las Novedades, Efe Eme (de la que fue cofundador), Rolling Stone o, en el presente, Cuadernos Efe Eme.
Colaboración en diversos proyectos de reediciones discográficas y ha ejercido de DJ. En 1986 dirigió para El País una monumental y colectiva Historia del rock. Ha publicado los libros Historia del rock ’n’ roll (dos volúmenes, 1976-77), De qué va el rock macarra (punk rock) (1977), Michael Jackson, Ojos de ciervo, corazón automático (1992) y Jinetes en la tormenta (2013). Posee una colección de discos que se mide por toneladas y, sin embargo, sigue comprando música.