Desde que era un niño había mirado al cielo, ese mundo tan amplio que veía en los libros, y que era tan desconocido para él. Siempre le habían dicho que era infinito, inalcanzable, y Mario lo veía todo como una fantasía. También desde pequeño había mirado hacia arriba buscando dibujos; pura imaginación con la que imaginar y dejar volar la mente.
Ya con el tiempo había decidido realizar múltiples fotografías de ese espacio tan amplio como misterioso. Esto hacía que su almacén de ideas y de fotos fuera innumerable; quería seguir añadiendo carpetas y carpetas, pero, ¿qué haría con ellas? ¿Alguien algún día apreciaría este trabajo tan simple como enigmático? ¿Quién descifraría lo que escondía cada imagen? Para él no solo era un hobby era toda incógnita cada visión plasmada en cada disparo de cámara, que a veces le parecía un reflejo de su personalidad.