Qué bonito nombre tiene
Siempre es un placer leer a Flaubert. Y es que siempre consigue que uno se sienta identificado no con los protagonistas de sus novelas y relatos, sino con la visión propia que el autor da de la sociedad en la que se ambienta su obra. Una sociedad que era la suya y que dejó manifiesto […]
Notas sobre Flaubert o un viaje por el Sena
Si uno lee con atención el comienzo de La Educación Sentimental[1]En adelante, citaremos de FLAUBERT, Gustave. 1981. La Educación Sentimental. Madrid: EDAF, pp. 498 [la traducción española que sigo, empero, es la mía propia y no la de Giner de los Ríos], encontrará en él un motivo «flaubertiano», el objeto deseado, soñado por muchos de […]