A dos amigos que (no) me acompañaban
Nunca conocí a Rainer Maria Rilke. Sólo he cantado a coro sus versos, a veces en mi propia lengua, otras en el exquisito francés en el que Jaccottet lo entendió y, en ocasiones, estas ya muy sumarias, en su propio alemán. Pero nunca pude conocerlo. Sin embargo, si hoy se me pregunta por Rilke o […]
Un lenguaje infinito para el Otro
Una vez soñé que estábamos heridos todos de palabras. Y de eso es de lo que querría hablar aquí. Hablar. Ya estoy mostrando, pues, la herida. Será Lacan quien cincele, en unas pocas palabras (otra vez la herida), eso que intento decir: que el hombre está «hecho de un animal presa del lenguaje»[1]LACAN, Jacques. 2003. […]
Palabras desde el desierto: Edmond Jabès, en el treinta aniversario de su muerte
Pero, como el desierto, el lugar de la ausencia, de la ruptura y del silencio. La verdad de Dios está en el silencio. En el Libro. En el desierto. El verso de Jabès está extraído de un libro que, a modo de irónico desvío, titula Poesía completa, como si él hubiera escrito otros, aquí no incluidos, que fueran otra cosa que poesía. Sólo que, a partir de 1963, su raro arte se hace aún más inclasificable, metafísico, desnudo de imágenes y añadidos retóricos que no supongan una directa apelación al pensamiento, y escribirá, desde entonces, un eterno libro del exilio de la memoria.
No diremos nada más sobre la música
Es un hablar siempre inadecuado, vejado por metáforas inservibles, inferiores a su objeto. Es imposible, digo, pensar la música. Y estas líneas serían del todo innecesarias, al sernos devuelto el discurso a la fatalidad de lo inexpresable, de lo inefable, de eso que Fauré llamará el punto intraducible por encima de lo que es, mientras se preguntaba, como nosotros ahora, como nosotros quizás ya nunca, antes de estas palabras, ¿qué es la música?
Lo que no se puede decir, de lo que se debe hablar: el poema de la muerte en César Simón
La poesía es siempre una voz humana que busca aprisionar lo que se escapa. Las voces se quejan y lloran, temen por la distancia del mundo que hace poco creían para sí. Todo el suelo se tambalea y como diría Pascal, el poste al que pensábamos atarnos, «huye en eterna huida y nada se detiene […]