
Software sexual
Hacía rato que el escenario se había sumido en una amalgama de penumbras pensadas al milímetro para que el inmóvil cuerpo de la chica se viera y no se viera, lo que excitaba aún más la impaciencia de una audiencia ya demasiado borracha. Hace más fácil que las manos se aflojen, y los billetes caigan….