
Desde Santiago de Chile, hoy llega a amanecer con nosotros Lilian Elphick. Es directora de talleres literarios y editora de la revista virtual Brevilla, dedicada a la minificción. Durante doce años fue editora del portal Letras de Chile.
Ha publicado los libros de relatos La última canción de Maggie Alcázar (1990), El otro afuera (2002) y Praderas Amarillas (2019). En cuanto a su obra como microrrelatista, es autora de Ojo Travieso (2007), Bellas de sangre contraria (2009), Diálogo de tigres (2011), Confesiones de una chica de rojo (2013), K (2014), El crujido de la seda (España, 2016) y Capilar (2018). Con Bellas de sangre contraria ganó el Premio Mejores Obras Editadas del CNCA, en octubre de 2010 en Santiago de Chile. El libro Capilar fue seleccionado por el Programa de Adquisición de Libros del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Chile, 2019. Sus textos han sido incluidos en más de cien antologías, tanto en Chile, como en el extranjero.

La autora ha tenido la amabilidad de compartir con los lectores de Amanece Metrópolis los siguientes textos de sus libros K, Bellas de sangre contraria y Capilar:
De K
K en tierra de nadie
Está oscuro. Oigo el chillido de los ratones. Hay excrementos, cadáveres, llantos de hombres solos. Afuera, el humo de los hornos.
Barracón número 5, Birkenau. Mi última patria después de muerto.
Sé que Ana y Margot Frank tienen tifus y ya no necesitan mantas para cobijar su horror.
Mañana moveré piedras de aquí a allá, sin propósito alguno. Un kapo gritará su látigo en mi espalda.
Una mañana me arrestaron.
Todos fuimos a los trenes de la muerte.
Josef Mengele movía el pulgar hacia arriba o hacia abajo.
Me preguntó si tenía un hermano gemelo. Le respondí que sí, que su nombre era Gregorio. ¿Y dónde está, entonces?, bramó. Escondido, señor, en un cuaderno. Nunca lo podrá encontrar.
Fuga IV
«Suponía que el personal del ferrocarril quedaría aterrado con esa tos; pero ya la conocían; la llamaban tos de lobo. Desde entonces empecé a identificar los aullidos en mi voz».
«Recuerdo del tren de Kalda», en Diarios, de Franz Kafka
Mi padre dijo que quien se acuesta con perros, amanece con pulgas, pero yo era un lobo tuberculoso que hacía temblar la estación de trenes con su tos. Los otros funcionarios me construyeron una caseta acolchada para que pudiera toser a mis anchas, sin molestar a nadie. Me dejaban niñas, abuelas y cazadores que yo devoraba con fruición. Botaba los restos para que los lobos verdaderos, que huían de los cuentos de hadas, pudiesen alimentarse.
De Bellas de sangre contraria
Lilith
Dicen que la palabra lil significa viento y que soy nocturna seductora. Dicen que me fui del paraíso sin antes haber comido todas las manzanas del árbol y haber trabado amistad con esa serpiente sinuosa, sabia, silenciosa. Dice el Malleus Maleficarum que colecciono semen. Que soy un espíritu malvado, que danzo desnuda en los bosques junto a brujas, cabronas, mujeres de mala vida, de muerte disipada, putitas adolescentes, lesbianas, embarazadas, menstruantes que marcan cada árbol con su sangre, olvidadas, malamadas. Que si me encuentran, me queman. Pero ya soy el fuego de la pira legendaria, y el viento que lo anima. Arden ellos, los que me recuerdan en noches como ésta.
De Capilar
Póngase sereno y apunte bien *
Cuando el sol cae como una piedra, recorremos la ribera del Ñancahuasú. Tenemos hambre y las tropas nos persiguen los zapatos, mordiéndonos en chasquidos, ramas que se quiebran, gritos y amenazas. Nos separamos. Huyo por las quebradas y el fusil pesa. El asma no me da tregua. Las ráfagas se escuchan cada vez más cerca.
El primer disparo se aloja en mi pierna. Me cortarán las manos y las mujeres arrancarán mechones de mi pelo. Lavarán mi cuerpo para sacarle fotos. Mucho después, los turistas visitarán la escuelita de La Higuera llevando mi imagen en sus camisetas.
* «¡Póngase sereno y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!» (Ernesto «Che» Guevara a su asesino, el sargento Mario Terán).