La Madeja es una revista feminista que publica anualmente un número monográfico. Sus títulos hasta ahora han sido migraciones, cuerpos, paisajes y amores. Una de las cosas que más me gusta es que aborden el tema desde la pluralidad: (s) , nunca desde una categoría inamovible omniabarcante. Considero que es así como se establecen puentes al diálogo y a las posibilidades, ofreciendo espacio a la diversidad de posicionamientos y propuestas. Dando por sentado la necesidad de generar espacios de reflexión polifónicos, fomentando la pluralidad, es como queda afianzado el terreno para construir lo común.
La filosofía de La Madeja es apostar por la cultura libre, de ahí que editen la revista bajo licencia copyleft. Así que podéis disfrutar de esta delicia para la lectura y la vista desde casa o bien adquirirla físicamente. Podéis comparla en sus puntos de venta habituales o vía online. Dado que la revista es un proyecto autogestionado se sostiene a través de su venta. Por eso está genial que si os interesa, intentéis adquirir vuestros números en papel porque nunca se termina de disfrutar igual de bien cuando puedes tenerla físicamente y así de paso colaboramos con un proyecto tan bonito y fresco. Y os adelanto: tener entre tus manos cualquier número de La Madeja es iniciar un viaje a ciudades que todavía están por construir (o que quizás están aquí ya) y de las que participamos (queriendo o sin querer) pero que quizás no hemos reparado en su estar aquí. En definitiva, una aventura llena de matices, encrucijadas y apreciaciones de nuestras pequeñas cotidianidades, tan sutiles que no solemos caer en la cuenta de su existencia, a las que poco tiempo dedicamos…
Conviene tomarse con calma su exploración, haciendo de cada artículo casi una maniobra de escapismo para digerirlo lentamente y rumiar su significado. Os animo a sumergiros en el universo de este genial proyecto. Una combinación de texturas, arte, filosofía, poesía, ecología, feminismos… atravesadas con un cuidado exquisito y un lenguaje poético que consigue que nos resuene algo dentro. La Madeja logra proyectar una nueva galaxia de significados, porque como la propia revista recoge: a veces vemos más con los ojos cerrados.
Testar qué sucede en las ciudades, qué interesa, qué nos interesa. Saber de la necesidad de generar espacios donde pensar en común; no dejar de señalar lo importante de los mismos, por lo menos, hasta que nos acostumbremos, hasta que nos desacostumbremos de lo otro. Generar mosaicos políticos.
Celia García López (La Madeja-Paisajes, nº3)