“Los años», de Annie Ernaux: Memoria individual e historia colectiva
Hoy en día tenemos miles, pero ni siquiera podríamos localizarlas con facilidad si alguien, en alguna cena o visita, nos expresara el deseo de verlas. Esa en la que aparecemos más bronceados que de costumbre, bajo un sol de mediados de julio, en alguna playa; o aquella donde nuestros atuendos demuestran que la moda es […]
«Mortal y Rosa», elegía de sí mismo
Atreverse con un monólogo es enfrentarse al espejo y mantener la mirada; introducir la mano en la oscuridad del otro lado, a través de una pantalla donde un primer plano puede ser demoledor. Las pausas y los silencios, tan elocuentes como los párrafos cargados de adjetivos y perífrasis verbales, se vuelven nexos entre pasado y […]
Geografías sonoras: el barrio y sus voces
El sonido que lo invade todo es el de las piezas de dominó lanzadas como meteoritos sobre las mesas. Suenan como un fiero portazo, como un punto y final. Se diluyen entre risas y comentarios. Su eco continúa de forma machacona, inunda la entrada del centro y regresa, una y otra vez, mientras paseas por […]
Aftersun: las texturas de la memoria
Recordamos a trozos. Y esos trozos tienen texturas, iluminaciones, encuadres, diálogos, puestas en escena, que se van modificando con los años. Las texturas de la memoria son orgánicas, cambian con nosotras y, mientras las recordamos, transforman también nuestra forma de percibir el mundo y el propio pasado que las alberga. Nos cambian y cambian nuestra […]
Higinio Marín: salvar (con) la mirada
Ahora me importa el verbo «salvar». No sólo es que libros como este del que ahora hablamos salvan a la filosofía, por lo menos al cada vez más difícilmente satisfactorio, ejercicio de leer nuevos títulos y promesas y naderías, sino que el acto filosófico al que nos convocan, tanto Marín como Choza, es al de salvar la realidad, en servir a la verdad de la cosa. Hace años, hablando en particular de Jacinto Choza, un individuo al que no tengo por completamente necio, al menos a la vista de su prosperidad universitaria, me dijo que Choza no le interesaba nada, por tratarse de una filosofía meramente descriptiva. Y esto, que pensar sea efectuar descripciones afortunadas, capaces de salvar el fenómeno mismo, no me parece mayor detrimento. Aunque sí me lleva, claro, a hacer alguna reflexión sobre el significado de la prosperidad académica.