Dar testimonio del testigo: en el centenario de James Baldwin
Supongo que si la calle Beale pudiese hablar, incluso para quienes no hemos estado jamás en Memphis, nos contaría historias. Porque el mundo necesita de cuentos para poder seguir adelante. He empezado a escribir estas líneas con la seguridad de que sean nada más que un homenaje. Suena John Lee Hooker de fondo, al caer […]
Jora
Comentario a DERRIDA, Jacques: Khôra. Amorrortu, Buenos Aires-Madrid, 2011. Imaginen por un momento… no imaginen nada, puesto que lo que propongo es inimaginable. Algo, no (la) nada, pero que carece de todo aspecto, de cualquier eidos. Ningún concepto, nada que podamos sujetar o aprehender, como un temblor o un movimiento imprevisible. Un mero nombre propio, […]
Voces desde el huerto del amor no conocido
Ahora es Cristina Inogés, uno de los nombres más potentes dentro de la teología feminista, quien nos regala su propia entrada a este hortus conclusus; el memorial con el que escribe el preámbulo a este libro de mujeres, en el que hay tantos preámbulos, aunque uno de ellos, como el de la nota que dediqué a Hildegarda de Bingen, no tenga otra justificación que la de su generosidad.
Variaciones sobre lo inacabado
Lo que es indudable es que Meyrink modifica por completo, no ya la mística sefirótica y del hombre primordial (Adam Kadmon) de raíz hebrea, sino también la leyenda específica de la creación del Golem por Rabbi Löw, el Maharal de Praga. De hecho, el Golem no es nadie, no en el sentido de la identidad convencional, sino una singularidad traspersonal, como refiere el marionetista Zwakh, quien tal vez debido a lo proporcionado de su oficio para dar cuenta de este gran guiñol espectral, transmite la que tal vez sea la más medular de las versiones o variaciones del Golem que presenta en la novela.
¿Cómo era la tristeza entonces?
«Quien no ha conocido los años anteriores a la Revolución no puede entender en qué consistía la dulzura de la vida.» Con esta frase de Talleyrand comenzaba una película de Bernardo Bertolucci, Prima della Rivoluzione (1964), de la que ahora he olvidado casi todo salvo la frase misma. Tal vez la imagen de jóvenes que […]