Tocar una música de ciegos
Antes de seguir adelante, me gustaría tratar de responder a quienes puedan sorprenderse de que estemos hablando de música aquí. De esa música imposible siempre de decir. Jacques Derrida ha escrito varias veces sobre pintura, dibujo, arquitectura, fotografía, cine. Lo ha hecho acompañado, a menudo, por sus propios amigos escritores pintores, dibujantes, arquitectos, fotógrafos o cineastas. Pero no ha sido así en cuanto a la música. Podríamos preguntarnos qué sentido tiene entonces hablar sobre ello, siquiera mencionarlo en una sola palabra.