Como ejemplo de una Unión Europea deshumanizada voy a contar lo que sucede con los inmigrantes, unos vivos y otros muertos o a punto de morir, que llegan a la más pequeña de las Islas Canarias
Las embarcaciones, según atracan en el puerto, se registran con una letra y cada uno de sus ocupantes, que pueden ser más de 300, con un número. Se sigue un orden alfabético y al llegar a la letra zeta, el rosco vuelve a empezar. Por ejemplo, J15 se llamaba en realidad Papa Mousa Diouf. El director técnico del hospital llamaba «deshumanización» a ese cambio de nombre. Murió cuando todos pensaban que se salvaría. Papa Mousa dejó en Senegal dos hijos de uno y tres años. Los que parecen vivos acaban en el Hospital Insular El Hierro que solo tiene 32 camas.
Según la noticia, Papa murió de una dolencia conocida como pie de patera. Se trata de la infección de pequeñas heridas de piernas y pies que se infectan de forma letal al estar en contacto tanto tiempo con el agua contaminada por heces que se acumula en el fondo de las embarcaciones- La infección se extiende como la gangrena. Sin embargo algunos piensan que puede curarse.
En el hospital médicos y enfermeras viven pendientes del pitido del teléfono. Indican que «están quemados, muy cansados». No tienen recursos para prestar la asistencia que les gustaría y aun así hacen más de los que les compete.