La quema de combustibles fósiles que se inició con la Revolución Industrial a partir de 1750 y que se intensificó desde 1850 hasta hoy, ha sido clave en la velocidad y, por tanto, en la peligrosidad que está adquiriendo el cambio de clima.
Al quemar combustibles fósiles se emiten diferentes gases como el dióxido de carbono, el óxido nitroso y el metano. Según los expertos el dióxido de carbono permanece en la atmósfera mucho tiempo; incluso si ahora mismo dejáramos de quemar combustibles fósiles, este gas puede permanecer en la atmósfera cien años o más, lo que significa que seguiremos pagando las consecuencias de las emisiones del último siglo, incluso si ahora mismo dejáramos de emitir. Sin embargo el metano permanece en la atmósfera entre diez y quince años.
Según he leído, desde 1880 a 2012 la temperatura mundial aumentó 0,85 grados centígrados. Los océanos se han calentado, las cantidades de nieve y hielo han disminuido y el nivel del mar ha subido. Desde 1901 a 2010 el nivel medio mundial del mar ascendió 19 cm, ya que los océanos se expandieron debido al hielo derretido por el calentamiento. La extensión del hielo marino en el Ártico ha disminuido en cada década desde 1979, con una pérdida de unos 100 kilómetros de hielo cada diez años.
Debido a las continuas emisiones de gases de efecto invernadero, es probable que este final de siglo se contemple un aumento de 2 grados centígrados en la temperatura media del planeta en relación con el nivel de 1990 (aproximadamente de 1,5 a 2,5 grados por encima del nivel preindustrial).
Los cambios que predicen los científicos a medida que aumenta la temperatura no son lineales, sino que superada la temperatura límite sobre la que nos vienen advirtiendo, los efectos del cambio de clima pueden multiplicarse de forma abrupta e imprevisible.
Aunque el cambio climático nos afecta a todos, los países más pobres que están peor o nada preparados para enfrentar cambios rápidos sufrirán las peores consecuencias a pesar de que son los que menos han contribuido a dicho calentamiento.
Se predice la extinción de animales y plantas ya que muchas especies no se pueden adaptar al nuevo clima. La Organización Mundial de Salud ha advertido que la salud de millones de personas podría verse amenazada por el aumento de la malaria, la desnutrición y las enfermedades transmitidas por el agua
Mientras tanto, sequías, inundaciones, aumento del nivel del mar y huracanes amenazan cada vez más la vida de los más vulnerables. Este tipo desastres relacionados con el clima contribuyen gran medida a las pérdidas económicas y al desplazamiento de la población.
El cambio de clima es uno de los grandes retos colectivos de la humanidad para salvar nuestro planeta. Por eso se considera muy importante el Acuerdo de París, firmado en la sede de Naciones Unidas en Nueva York por 175 líderes mundiales en abril de 2016. Su finalidad principal es reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio de clima estabilizando el aumento de la temperatura en este siglo por debajo de los 2 grados con respecto a los niveles preindustriales y proseguir con los esfuerzos para limitar aún más el aumento de la temperatura a 1,5 grados centigrados