Ruido cósmico. Parte 2
La cosa empezó después de ese fin de semana que decidimos ir a París a visitar a MariCarmen que estaba allí trabajando en unos jardines, bueno, no exactamente en unos jardines más bien Maricarmen, después de mucho penar, y por su empeño de querer a toda costa quedarse allí y aprender bien la lengua, consiguió ser guía de jardines de París. Un gusto fue pasear con ella y que nos enseñara toda la historia de planificación, diseño, estilo de esos lugares. Un gusto con el que se ganaba bien la vida, hasta que ya, bueno hasta que ahora pues se le ha vuelto a complicar como a todas. Ahora no interesa tanto conocer los jardines porque el zumbido no te deja pasear tranquilamente o escuchar a nadie.
Ruido Cósmico
Entonces pasó lo que tenía que pasar, nadie lo vio venir, pero ahí estaba ese ruido atronador como de tormenta, pero sin serlo
10 grados centígrados. Amanecer claro
a un pueblo costero donde no nos querían, me llamó compañera, yo apenas salía de la secundaria, como allí no nos querían nos fuimos a las rocas, andamos un rato hasta que encontramos un escondrijo donde resguardarnos, llevábamos una mochila.
La sorpresa del paisaje
A veces la gente dice que cuando estás deprimida la vida es esa cosa que pasa por delante sin que puedas aprehenderla, la vida mediada por una pantalla de metacrilato gigante. No todos los estados depresivos te llevan a la cama, algunos simplemente te robotizan, sigues el ritmo que marcan las obligaciones con la mirada […]