Aquella siniestra tarde
El miedo me ha impedido escribir desde aquella tarde en que fui a fotografiar la vieja y orgullosa casona, solitaria a la vera de la huella de un camino, ruina futura a los pies de la sierra. Ese caserón, hoy abandonado, vivo tiempo atrás, es el escenario en el que transcurre buena parte de mi […]
“El Acontecimiento» y Annie Ernaux: la crudeza que incomoda a la crítica
Podría avergonzarme de ello, pero no voy a hacerlo. Todo lo contrario. Reconoceré que aún me faltan infinidad de lecturas y autores por descubrir. De algunos poseo una ligera idea, un nombre, ciertas frases que me llamaron la atención en alguna entrevista; de otros, el peso de su memoria, de las alabanzas recibidas durante décadas […]
“La juguetería errante» de Edmund Crispin, una farsa detectivesca
A todos, en alguna ocasión, nos ha sucedido. Hemos sido testigos de algo insólito -en casa, en el trabajo o en mitad de la calle- y hemos sentido la necesidad de correr y contárselo a alguien; incluso de animarlo a que viniera a comprobarlo, con insistencia y premura. Lo peor ha ocurrido después, cuando el […]
Retratos literarios: «Venus privada», Giorgio Scerbanenco
El lirismo del thriller sólo puede ser el lenguaje: Scerbanenco anhela narrar una historia mediante la queja, la avidez de contarlo todo, con pausa y, sin embargo, furia. Su rabia nos alcanza intacta, colmada, sin censura, porque el narrador está muy cerca de él. En ocasiones desconocemos quién habla, y es posible que esto lleve a creer que Scerbanenco es Lamberti, y se confunde al mensajero con el mensaje, argucia de viejo escritor en lo mejor de su carrera y en la mejor verdad de su carrera. En esta sociedad cuyas divinidades terminan asesinadas en los solares de cualquier suburbio, muertes que casi siempre es inútil investigar, la prosa afilada de Scerbanenco nos exhorta a insistir.
Mosén Millán o un Réquiem en el exilio, de Ramón J. Sender
La oración que se reza en esta liturgia es larga, pausada, esconde maldiciones e injusticias antiguas. Aglutina épocas y heridas abiertas que, si uno conoce su propia Historia, es incapaz de ignorar o negar. Ramón J. Sender escribió esta novela corta en el destierro, en el año 1953, en el Albuquerque de Nuevo México –y […]