Un vértigo del que se debe hablar, del que nada se puede decir
Temo que deba comenzar por algún lugar y esto no resulte sencillo. A veces, el gran theatrum mundi se desgarra, se hace añicos. Tengo que hablar de una fobia acerca de la que es imposible escribir, decir. Con Vértigo (1958), esa película sobre la que se ha pensado casi todo ya, Hitchcock nos acerca a […]
Finn’s Hotel: no vacancy
No hay habitaciones disponibles en el Hotel Finn. Esto no es algo nuevo, aunque, como comprobé la última vez que estuve en la puerta, transitando la calle Sth Leinster, el cartel que nos permite localizar dicho lugar seguía en pie, supongo que para los turistas. Y he empezado remarcando una negación, como si sólo pudiésemos […]
Retratos literarios: «El Nadador», John Cheever
Al finalizar la representación que ofrece Cheever de los suburbios de clase alta de la Costa Este, su paleta de colores ha terminado por enturbiar el, en principio brillante y alegre, boceto del principio. Cuando comienzan viaje y relato, cada patio tiene una reluciente piscina, donde la gente ríe y disfruta del jolgorio, bebe sin mesura y sobrevive gracias a las empresas de catering y los camareros. Es este es un mundo de lujo, parece decirnos Cheever, fácil y tranquilo. Pero no tarda en enturbiarse tal panorama ficticio, pues, en muchos sentidos, a pesar de esta descripción idílica en la historia, hay un sentido autoral obligado para alterar la felicidad desde la misma homogeneidad patente.
Variaciones sobre lo inacabado
Lo que es indudable es que Meyrink modifica por completo, no ya la mística sefirótica y del hombre primordial (Adam Kadmon) de raíz hebrea, sino también la leyenda específica de la creación del Golem por Rabbi Löw, el Maharal de Praga. De hecho, el Golem no es nadie, no en el sentido de la identidad convencional, sino una singularidad traspersonal, como refiere el marionetista Zwakh, quien tal vez debido a lo proporcionado de su oficio para dar cuenta de este gran guiñol espectral, transmite la que tal vez sea la más medular de las versiones o variaciones del Golem que presenta en la novela.
Espacios Cerrados en la literatura (I): «Malpertuis», de Jean Ray
Hay aquí un confinamiento terrible del que es imposible escapar, lo familiar que deviene horrible, ominoso. ¿Quién duda ya de que esta antigua casa sea la puerta abierta a nuestro propio subconsciente? Aquí reposan los monstruos, soterrados en desvanes. En nuestra mente, reposan otros, toda vez que, en el fondo, Malpertuis sólo está construida en el foco mismo de cada uno.