Un amor que hace falta que no
Recuerdo la primera vez que leí Ese dulce mal (This sweet sickness, 1960), durante un cálido verano en la finca de mis abuelos maternos. Lo hice a escondidas, por supuesto, un poco en la clandestina emoción de lo todavía proscrito, por mi entonces tempranísima edad. Tal vez eso explique que no la comprendiera bien, en […]