El nuevo single de Conttra junto a Sidonie –De Cine– me ha hecho reflexionar y hacerme una pregunta. Si una imagen vale más que mil palabras, ¿Cuánto vale la música?
Porque ¿Quién no ha bailado y cantando alguna como John Travolta en Grease o en Fiebre del Sábado Noche? ¿Quién no ha intentado coger alguna vez en el aire a alguien como Patrick Swayze coge a Jennifer Grey en la última escena de Dirty Dancing? O viniéndonos más al presente y al mundo Disney. ¿Quién no ha entonado e imitado las coreografías de Camp Rock o High School Musical?
La música apareció en el cine como una solución para esquivar el silencio y ha terminado siendo un elemento de calidad igual o superior que a la del guion, interpretación o montaje de la película. A día de hoy es casi imposible analizar de forma independiente el cine y la música. Estas dos artes, tanto la cinematográfica como la musical van tal de la mano que la industria de las bandas sonoras va integrada en la producción de películas y en algunos casos alcanza más éxito que ella.
Mucha gente piensa que la música de cine comenzó con la aparición del sonido dentro del cine, sin embargo, cuando este era mudo ya había acompañamiento musical junto a las imágenes que salían en pantalla. Esta música no se ponía para acompañar la acción, si no para suavizar, en la medida de lo posible, el ruido que producían las bobinas. Pero al poco tiempo, debido al gran éxito que tenía decidieron escoger temas de grandes compositores como Beethoven, Mozart, Chopin…en función de las imágenes que aparecían pero aún no se crea piezas musicales específicas para el cine. La primera banda sonora original de cine se crea en el 1908 y desde aquel momento comienza la historia paralela de la música y el cine.
Escribiendo este artículo me surgen más preguntas: ¿Cómo serían nuestras películas favoritas sin banda sonora o música? ¿Las veríamos de igual manera que con ella? ¿Tendrían la misma repercusión que tienen hoy?
Yo digo rotundamente NO.
Se podrían poner infinidad de ejemplos. Pero, os provocaría el mismo efecto ver a Indiana Jones sin escuchar de fondo la Marcha de Riders de John Williams o lo mismo al ver un Western sin una canción de Ennio Morricone.
De nuevo digo que NO.
Tanto música como cine han ido creciendo y provocando que cuando escuchamos determinado tema nos acordemos de las escenas en las que suena o en aquellas que nos gustan y que hubiésemos querido vivir. En la actualidad las bandas sonoras sean del género que sean son uno de los tipos de musca más escuchados en el mundo y a su vez hace que las productoras ingresen un dinero extra para seguir financiando películas y podamos seguir disfrutando del Séptimo Arte junto al Cuarto.
Una vez leídas estas líneas y como conclusión me gustaría que alguien fuera capaz de responderme a la pregunta. ¿Cuánto vale la música?
Texto de Ángel González San Gregorio.
La música no tiene precio, vale todo. La música son sentimientos, sensaciones y emociones que te hace sentir. Es un medio con el cual sentimos y nos expresamos.