Anna Ripoll Agulló (1978) es una artista ilicitana que se dedica a la comunicación visual. Con estudios en Conservación y Restauración de Obras de Arte, es Técnica en Visual Merchandising y ha realizado infinidad de cursos. Después de pasar 16 años viviendo en la capital catalana, ha vuelto al terreno familiar en un «intento de solucionar la siempre difícil ecuación tiempo/dinero».
Hablamos con Anna de arte, de su trabajo presente y de proyectos de futuro.
El arte para Anna es…
El modo en que tratamos de acercarnos a la mejor versión del ser humano. «Cómo observadores el arte apunta direcciones para la percepción de nuestra realidad; cómo ejecutores abre la puerta a esas otras realidades posibles».
Realicé una serie de 30 tocados escultóricos para la presentación de una marca de ropa. El trabajo con malla metálica para dar forma a estas piezas fue muy divertido.
Anna presenta
Algunos de los trabajos con los que más ha disfrutado.
Anna se dedica a «acomodar inquietudes y aptitudes intentando que resulte lucrativo», a lo que llama Complejo de Colibrí.
«Después de dedicarme durante breves años a la restauración me di cuenta de que si finalmente todo consistía en valores de mercado, prefería ser una mercenaria que seguir consolidando el mercadeo de transcendencia. Así es que he estado realizando proyectos muy diversos al mejor postor: instalaciones efímeras en las que explorar mi creatividad en pos del consumo. Ha sido un regalo poder trabajar con materiales y formatos tan variados y azuzar el ingenio en la mínima inversión y máximo esplendor visual. Pero de lo primero que se prescinde en tiempos de vacas flacas es de la belleza, y «por amor al arte» lo único que me interesa hacer es averiguar dónde puedo llegar con los pinceles», nos comenta Ripoll.
Tiene un proyecto gigante de rehabilitación/decoración/paisajismo por delante, presidido por un caserón familiar de casi 200 años así como un par de encargos de muralismo decorativo para interiores y pintura.
Este fue el especial encargo de una particular. Quería un espectacular mural de cinco metros de altura presidiendo la sala de reuniones de la biblioteca de su casa rústica en Andorra. La idea era simular el hallazgo de un mural románico; así que después de la ejecución de la pieza, se trató para su envejecimiento. Trabajé en colaboración con Joystuc (www.joystuc.com), uno de los mejores equipos de estucado a la cal que trabajan en la actualidad desde su Centro de Estudios para la Cal.
Sin duda el más emocional de todos mis proyectos. Pinté un mural para el bebé que esperaban mi hermano y su mujer en el que recreé el terreno familiar y los retratos de todos los miembros de la familia. Este niño se cría en San Francisco, y bien había que dejar la impronta ilicitana en su retina!
Fuentes de inspiración
Anna tiene claro cuales son sus fuentes de inspiración y su respuesta es muy concisa: «Cualquier cosa que intentemos hacer, Flora y Fauna ya lo hicieron mejor antes».
En cuanto a la música, le gustan todo tipo de estilos musicales aunque para trabajar con lo que más cómoda se siente es con música instrumental que explore los bucles, ya sea clásica o electrónica, pero que estire la repetición ad infinitum ya que le ayuda a concentrarse. El grupo Stereolab es una muestra de ello.
Le preguntamos a Anna a quién admira dentro del mundo del arte y nos ha explicado que su último descubrimiento ha sido Henrique Oliveira, de quien le encanta su trabajo y aproximación a los materiales. En un plano más romántico tiene a Georgia O’Keeffe en un altar.
Para la presentación del libro esculpí a los personajes centrales de la novela, vestuario y mecánica de los títeres incluida.
Proyectos de futuro
Uno de los objetivos que Anna se ha marcado a medio plazo es tener un estudio en condiciones.
En estos momentos está centrada en el Estuco de Cal, una técnica milenaria en desuso y absolutamente fascinante. Es la base para las pinturas al fresco (cómo los murales de la Capilla Sixtina), técnica con la que ya ha trabajado en varias ocasiones y que no deja de sorprenderla. De forma paralela, está documentándose, diseñando y trabajando en la composición paisajística adaptada a este clima tan árido, a lo que Anna llama Versalles de Secano.
Y sigue tomando apuntes para sus pinturas. «Estoy en el contexto perfecto».
Un gran amigo estudia Cábala desde hace unos años; dibujé para él todo el alfabeto hebreo recreado a través de hojas, en alusión al símbolo del Árbol de la Vida.
Además, le hemos preguntado si se imagina dedicándose al arte de aquí a 10 años y no lo duda, el arte estará presente en su vida durante mucho tiempo.
I ♥ Alicante
Para Anna, el centro histórico de Elche, que además se ha rehabilitado mucho desde que se fue, es su lugar favorito. También, cualquiera de las placitas y paseos donde crecen los ficus, aunque confiesa que es peligroso quedarse mucho tiempo bajo sus copas…
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