Vínculos y monstruos en «La tumba del Rey»
En cierto modo, la novela negra aún tiene que cargar con el estigma de ser considerada un género menor en la literatura, debido a antecedentes que la relegan a tramas lineales y a la extravagancia de teñir con sangre cada página; así como, a eruditos prejuiciosos, de pensamiento rígido y anacrónico. Ya en los años […]
«El acento en el cuerpo» de Julia Montejo. ¿Qué importancia e influencia tiene el cuerpo a la hora de crear?
Hay muchas preguntas en el mediometraje de Julia Montejo, El acento en el cuerpo. Cuarenta minutos de preguntas y respuestas a tres bandas: la propia directora, Rosa Montero y Lola López Mondéjar. Tres escritoras de distintas décadas, correlativas, que dialogan sobre la influencia del cuerpo en la creación. El acento en el cuerpo se podrá visionar […]
El desván de la memoria en «El lento adiós de los tranvías, de Manuel Rico»
“Es necesario el uso de cadenas. Anís Las Cadenas”[1]RICO, Manuel. 2020. El lento adiós de los tranvías. Madrid: Ediciones Huso, p. 106 y un mapa de España rodeado por una larga fila de eslabones salpicaba con sarcasmo la frase de un anuncio de los años sesenta del siglo pasado. Esa era la situación de un […]
Cuentos completos de Truman Capote: la virtud de las formas breves
A principios de enero, alguien me regaló los “Cuentos completos” de Truman Capote, aquellos publicados entre 1943 y 1982; algunos, en revistas. Hacía tiempo que una serie de relatos reunidos no me suscitaba tanto interés. Quizás, su sencillez o, tal vez, su verosimilitud extraña y compleja, atrapan a un lector ávido de esas sensaciones que sólo remueven los personajes que nacen en un contexto concreto y que, si tratas de apartarlos de su origen, desaparecen o, en el peor de los casos, pierden su brillo. Truman Capote transforma su dura infancia y sus conflictos en píldoras de genialidad, eliminando sentimentalismos baratos y dosis de sucedáneos psicoanalíticos. ¿Quién dijo que un escritor no podía hablar de sí mismo en sus obras? Si lo hace como él, bienvenido sea.
Retratos literarios: «El Nadador», John Cheever
Al finalizar la representación que ofrece Cheever de los suburbios de clase alta de la Costa Este, su paleta de colores ha terminado por enturbiar el, en principio brillante y alegre, boceto del principio. Cuando comienzan viaje y relato, cada patio tiene una reluciente piscina, donde la gente ríe y disfruta del jolgorio, bebe sin mesura y sobrevive gracias a las empresas de catering y los camareros. Es este es un mundo de lujo, parece decirnos Cheever, fácil y tranquilo. Pero no tarda en enturbiarse tal panorama ficticio, pues, en muchos sentidos, a pesar de esta descripción idílica en la historia, hay un sentido autoral obligado para alterar la felicidad desde la misma homogeneidad patente.