El dosel caído: una aproximación a la cama
Marchaos, marchaos, dijo el pájaro. El humano no puede soportar tanta realidad (T.S. Eliot) Existe en Instagram una cuenta llamada My Unmade Bed. El fundador de la cuenta, Álvaro Dols, la creó durante una etapa en la que temporalmente carecía de domicilio, fotografiando la cama o el sofá ajeno en el que dormía. Durante la […]
Como si no hubiera lenguaje
Porque todos somos, si se nos provoca, apasionados terroristas y antiterroristas. Sin Terror -en el sentido vago y mágico que esta palabra tiene en Francia-, ¿quién querría vivir y, sobre todo, escribir? El terror es lo que confiere el fuego y la llama, el horror y el disfrute, a nuestra vida de tinta. Los torturadores y las víctimas, las corridas de toros, las bayonetas, los alambres de púas, el abuso y el éxtasis nos dan un placer ficticio. Y por eso sería instructivo analizar el desgarro de nuestro pensamiento, de nuestras emociones, entre los dos cabos –apolíneo y dionisíaco- que pueden ser designados por los nombres de Paulhan y Bataille: escritores aterrorizantes, aterrorizados y sendos hombres de letras. El lingüista bloqueado y el vergonzoso archivero, editores de revistas y directores de conciencia, unidos por el erotismo.
¿Para qué escribes, Bataille?
La angustia no concibe el infinito y entonces llega el alivio: furioso asentimiento a la vida, al mundo. Conocimiento del fracaso de la muerte para saber de la falta de conocimiento de su repentina llegada. Entonces lo inoportuno trae la solución definitiva, la que no se preocupa por la pérdida conocida.
Llamadme todos los nombres: deseo trágico y locura en Moby Dick
Es difícil hablar sobre Moby Dick[1]Todas las referencias utilizadas pertenecen a la edición MELVILLE, Herman. 1994. Moby Dick. London: Penguin, pp. 536 (aunque las traducciones son nuestras, se recomienda, por su accesibilidad y calidad, la efectuada por Inga Pellisa y Enrique Pezzoni para Penguin Clásicos). porque es un gran libro. Porque es tal cosa y, […]