Devolución de Correo: un Gato en Orán
Comentario a CIXOUS. Hélène: El vecino de cero. Sam Beckett. Shangrila, Santander, 2018. Hélène Cixous comienza a acercarse a Beckett diciendo que está lejos, que no le es vecino. Lo hace en un texto fabuloso que despliega ante nosotros como una acción de amor. A partir de una nota que, a imitación del parergon de […]
Tocar una música de ciegos
Antes de seguir adelante, me gustaría tratar de responder a quienes puedan sorprenderse de que estemos hablando de música aquí. De esa música imposible siempre de decir. Jacques Derrida ha escrito varias veces sobre pintura, dibujo, arquitectura, fotografía, cine. Lo ha hecho acompañado, a menudo, por sus propios amigos escritores pintores, dibujantes, arquitectos, fotógrafos o cineastas. Pero no ha sido así en cuanto a la música. Podríamos preguntarnos qué sentido tiene entonces hablar sobre ello, siquiera mencionarlo en una sola palabra.
El jardín con el que nos (des)contamos
Comentario a AGAMBEN, Giorgio: El Reino y el Jardín. Sexto Piso, Madrid, 2020. No hay mito del origen que no lo sea también de la pérdida, ningún paradise que no reste además lost. Nosotros mismos estamos, en este sentido, desoriginados, arrancados. De esa violencia provienen las figuraciones del pecado y de la culpa. Fuimos, ya […]
Anne Carson, anuncio por palabras
Atreverse a querer, osar eso que, si releemos a Safo a partir de la bella y doctísima lectio de Carson, es sólo nombrable con un neologismo. Porque el deseo erótico es glukupikron, dulceamargo, tanto más dulce cuanto más amargo, dulce aunque amargo, dulce porque amargo, porque son estas variedades o permutaciones las que constituyen la lección misma del deseo bittersweet. Adelanto mi juicio. Detesto los poemas de desamor y es de desamor de que lo que aquí se habla, lo que aquí se narra. Podríamos hablar de algo así como un matrimonio fallido. Pero es uno que no deja de fallar, que lo hace desde el principio. Se trata de un matrimonio por así decir poco conyugal. Que no se aclimata al ocaso tierno y amistoso de la pasión, porque el matrimonio de éxito supone el fracaso de otra cosa. Es el sabio camino elegido por la vida para que la pasión no la desborde ni la haga imposible. En cambio, y así comienza (o no) el poema, A wound gives off its own light, una herida desprende su propia luz. No se salda ni se suelda. Carson dice que se trata sólo de una analogía, de una demora (a delay).
La moratoria Derrida
Una moratoria es un plazo, la ampliación de un plazo. Lo que se demora un poco más ¿cuánto? en la satisfacción, por ejemplo, de una deuda o en la aplicación de una ley. ¿Con respecto a qué se demora hoy el filósofo Jacques Derrida, quien, como todo el mundo sabe, murió el 9 de octubre del año 2004? Desde luego, nadie puede hacerlo con respecto al morir, de cara a su muerte. No es un paso cualquiera el morir, como señalaba, siempre afilado, Maurice Blanchot, a quien el propio Derrida tuvo que despedir, y no de cualquier manera, sino como quien entona su único kaddish posible, el 23 de febrero de 2003: no hay un más allá, pas au delà, así que la finitud, de lo que se hace sabedora es el del acabar(se), como quien da un paso más allá (pas au delà) del fin.