El Shakespeare de Burge: necesidad de una revisión
Más allá, empero, de la poesía que subyace en el texto del Bardo, gran parte de la nobleza de la obra, trasladada de forma efectiva a esta versión cinematográfica, es la ambigüedad de las dos facciones. ¿Están impulsadas por una lealtad a Roma mayor que la lealtad a su amigo César, o están impulsadas por la envidia y la ambición? La de Burge ciertamente presagia el desenlace de la alianza entre Antonio y Octavio, y es impresionante la forma en que contrasta los elevados objetivos, al menos declarados por Casio y Bruto, con la agitación y el pandemonio que sus acciones crean. Aunque sea principalmente un director de televisión, Burge utiliza todo el ancho del formato Panavisión para bloquear a sus actores en un espacio cerrado, como si la conspiración en ciernes los atorase en sus propios demonios interiores, y lo mismo puede decirse de sus movimientos y la puesta en escena que refleja sus emociones y ambiciones en todo momento.
Un deporte favorito para el hombre
Howard Hawks exhuma brillantemente la tradición shakesperiana de la mujer disfrazada de hombre, una técnica narrativa experimental que recorre toda su obra inmortal, concebida para hacer que sus criaturas ficticias experimenten declinaciones emocionales y paradigmas de pensamiento que prescinden de las cualidades humanas exclusivamente femeninas o masculinas.
Una cabeza llena de cristales rotos: recodos de (otro) cine negro en «Motherless Brooklyn»
Que Edward Norton es una rara avis ya no debería sorprender a nadie. Cuando irrumpió en las pantallas con la muy reivindicable Primal Fear (Gregory Hoblit, 1996), consiguió superar, sin excesivo esfuerzo, a su compañero Richard Gere y colocarse a un nivel sin duda parejo al de Laura Linney o Francis McDormand. De aquella nominación […]