«Pedro Páramo» y los rumores de Comala
En el principio, creó Dios los cielos y la tierra. Después, fue la luz, el agua y los seres vivos. Seis días le llevó su labor; el séptimo, descansó. Al parecer, concibió al hombre a su imagen y semejanza en el Jardín del Edén, paraíso situado cerca del borde del mundo, entre lo humano y […]
Anne Carson, anuncio por palabras
Atreverse a querer, osar eso que, si releemos a Safo a partir de la bella y doctísima lectio de Carson, es sólo nombrable con un neologismo. Porque el deseo erótico es glukupikron, dulceamargo, tanto más dulce cuanto más amargo, dulce aunque amargo, dulce porque amargo, porque son estas variedades o permutaciones las que constituyen la lección misma del deseo bittersweet. Adelanto mi juicio. Detesto los poemas de desamor y es de desamor de que lo que aquí se habla, lo que aquí se narra. Podríamos hablar de algo así como un matrimonio fallido. Pero es uno que no deja de fallar, que lo hace desde el principio. Se trata de un matrimonio por así decir poco conyugal. Que no se aclimata al ocaso tierno y amistoso de la pasión, porque el matrimonio de éxito supone el fracaso de otra cosa. Es el sabio camino elegido por la vida para que la pasión no la desborde ni la haga imposible. En cambio, y así comienza (o no) el poema, A wound gives off its own light, una herida desprende su propia luz. No se salda ni se suelda. Carson dice que se trata sólo de una analogía, de una demora (a delay).
Notas sobre Flaubert o un viaje por el Sena
Si uno lee con atención el comienzo de La Educación Sentimental[1]En adelante, citaremos de FLAUBERT, Gustave. 1981. La Educación Sentimental. Madrid: EDAF, pp. 498 [la traducción española que sigo, empero, es la mía propia y no la de Giner de los Ríos], encontrará en él un motivo «flaubertiano», el objeto deseado, soñado por muchos de […]
El bien y el mal de los Browne o «The Living Room»
Graham Greene (1904-1991) siempre fue un autor controvertido, puede que sea debido a sus relaciones con el espionaje, la susceptibilidad acerca de su “grandeza literaria”, la fama de mujeriego que contrastaba con su condición de católico o por ese estilo directo en sus obras, al mismo tiempo que accesible y sencillo. Sea como sea, sus […]
El sombrero, la boa y el elefante
Puede que la mayoría volvamos a él, antes o después, porque guarda algo de la auténtica pureza, ésa que sólo los niños ofrecen al maravillarse con todo, o cuando interpretan al pie de la letra los mensajes que les lanzamos los adultos. En ellos no hay ambigüedad, ni doblez, tan sólo la sencillez de la […]