Elegías de Sy Baumgartner
Fue un número equivocado lo que inició todo, el teléfono sonando tres veces en plena noche, y una voz al otro lado preguntando por alguien que no era él[1]AUSTER, Paul. 1988. The New York Trilogy. London: Faber and Faber, p. 3. Alguien descuelga un teléfono por error y la vida cambia. Ya sabemos que algunas […]
Acuse de recibo
Cuando pienso en ella, confieso que se trata de una resistencia, de una lucha contra el tiempo. Acuso un acuse, cuya fecha está inscrita, sellada con lacre gualdo, y por eso imborrable: 30 de noviembre de 1943. Un tiempo pasado, el más imperfecto de los imperfectos, que no cesa de actuar sobre nosotros. Quizá porque […]
Beckett o seguir todavía
Imaginemos que alguien camina por una calle sin luz. De súbito, una voz le habla a ese «que está de espaldas en la oscuridad. […] Sólo una pequeña parte de lo que se dice puede verificarse. Por ejemplo, cuando escucha: Estás de espaldas en la oscuridad. Entonces debe reconocer la verdad de lo que se […]
Retratos literarios: «Piedras», Roger Caillois
La piedra nos arroja al afuera del pleonasmo: la piedra es un ornato a la altura de las palabras. Ante la imposibilidad de interpretar esos signos, quizá este humanismo de Caillois nos conduzca a apilar estas escrituras, a poner piedra sobre piedra en el bosquejo singular que se hace por las propias instancias. Evidentemente, el humanismo de Caillois se confirma con su preocupación por que la poesía sea un intermediario privilegiado del conocimiento y, por tanto, un medio para tener más control sobre la realidad. Eso explica, por ejemplo, que la poesía de Saint-John Perse le fascine, pues manifiesta, no por nada, una comprensión inigualable del universo, siguiendo la síntesis orquestal de la naturaleza y las civilizaciones que realiza.
Sin aliento, un parloteo: notas sobre des Forêts
Quizá porque habría que leer más allá de lo escrito si queremos comprender una sola palabra. Es un barro fértil, entonces, el de la escritura. Las flores de la retórica crecen en este barro fértil, lleno de conchas y fósiles. Este lodo fértil de la imaginación es el fermento de la lectura. Lo que quisiera intentar encontrar en el punto ciego de la lectura de des Forêts es una especie de lectura/s sin la violencia de la dialéctica, el remache silencioso y la meditación tácita de un ensueño alejado del ruido y la furia que nada significan. Leer El Charlatán, como leer, en general, cualquier texto que constituya por sí solo un pequeño peirón en los caminos del pensar, es sumergirse en las profundidades de un abajo que también está más allá, la inmersión para siempre suspendida, el instante desde entonces siempre pendiente, pero es el único otro mundo posible (no hay mundo postrero o antes del mundo, solo hay lo contrario, el interior, lo íntimo, de este mundo).