Morir a tiempo o sobre las impertinencias de una pregunta
Quizá porque yo mismo soy un impertinente en persona. Alguien que necesita de sus impertinencias para ver mejor. Por eso es posible que mis preguntas puedan, algunas veces, revelar poca audacia, lo reconozco. Pero tengo que plantearlas igualmente. Digamos, por ejemplo, ¿qué hay al final de un viaje al corazón de la infancia? ¿Se trata […]
La (re)vuelta permanente de la cuestión judía
Comentario a ROUDINESCO, Élisabeth: A vueltas con la cuestión judía. Anagrama, Barcelona, 2011. No sabemos lo que vuelve, qué se revoluciona en cada vuelta de eso, lo judío. Puede que ni siquiera exista eso, que sólo se dé como cuestión, pregunta o problema. O que no sea una sino muchas preguntas, interminables, como las que […]
Por el lado de Ginzburg
Comentario a GINZBURG, Carlo: En el taller de Dante. Cuatro ensayos. La Cebra/Palinodia, Santiago de Chile, 2021. He elegido este título como una renuncia. No es el que deseo. A decir verdad el preferido hubiera sido «Ginzburg a prueba», puesto que su escritura es un experimento abierto. Uno en el que las preguntas se plantean […]
Heidegger, ¿pensador judío?
Vamos a contar un pequeño cuento, a modo de introducción: erase una vez, se puede decir, un filósofo que poseía un juicio formado sobre prácticamente todos los demás filósofos, desde los presocráticos hasta Platón y Aristóteles, pasando por Plotino, Agustín, Duns Escoto, Santo Tomás, Descartes, Leibniz o Kant. Aquel filósofo, comprometido con su búsqueda de […]
Sólo la verdad puede aún salvarnos: acerca de los «Cuadernos Negros» de Heidegger
Hagámonos entonces las preguntas necesarias como, por ejemplo, ¿de qué tratan los Cuadernos? Responderemos: los temas son numerosos y diversos. ¿Cómo se habla de ellos? En un estilo esencial –notas más o menos desarrolladas- y a menudo muy polémico. Habría que empezar por ofrecer algunas muestras, como las relativas a Nietzsche, de quien Heidegger afirma que «no se dio cuenta de que su derrocamiento del platonismo, es decir, el planteamiento de la vida como la realidad fundamental exclusiva –un planteamiento que también vuelve obsoleta la discernibilidad entre el más acá y el más allá-, en el fondo tenía que obrar en sentido contrario a su más íntimo objetivo del hombre superior y logrado (los grandes ejemplares), pues con aquel planteamiento queda legitimada por sí misma la masificación de lo viviente y de su apremio a vivir.