Esa noche soñó con vírgenes desnudas que bebían en el río y sirenas que se cepillaban las escamas, con estrellas felices y deseos fugaces, con el camello de Papá Noel y los seis Reyes Magos. Soñó con los niños de San Ildefonso haciendo cola para entrar a la discoteca, con burbujas de champán que salían de las chimeneas, con árboles de neón y uvas de colores fluorescentes. Soñó que nevaba y que el belén que ponía cuando todavía era un niño amanecía cubierto de una fina capa blanca. A la mañana siguiente, cuando lo encontraron en el portal, todavía sonreía.