Valladolid se está convirtiendo en una ciudad dormitorio dependiente de Madrid DF.
Y La Seminci se está convirtiendo en un claro ejemplo de este neo-colonialismo.
La cultura del pijo-progre y del hipster proveniente de Madrid se instala en locales sofisticados (recordemos las colas en el Starbucks en la Pza Mayor), elitistas, alternativos o underground.
Cola Starbucks Valladolid Plaza Mayor
Y ahora también ha llegado a Valladolid a través, del otrora, festival de cine religioso y de valores humanos de Valladolid.
Después de una jornada de cine, en la época de Lara, se hacían interminables tertulias cinéfilas en el Olid, donde aprendías en directo de la mano de los mejores.
Angel Fernández-Santos
En la edición de la Seminci que comienza este Sábado nos encontraremos, después de esas maratonianas jornadas cinéfilas, con Conciertos en el Bizarro y en el Kafka, lugares donde si no tienes tatuajes visibles y muy vistosos, no eres de la tribu. Sesiones de Dj alternativos en el Desierto Rojo, lugar recientemente famoso por la inactividad de su personal de seguridad ante agresiones fascistas dentro del susodicho local.
Si Antonio Llorens nos acompañara, ante estas demostraciones vacuas de vanidad, nos mostraría esa sonrisa aviesa suya y soltaría:
“Diego, no te preocupes por estas cuestiones baladíes, como nos cuentan en “Cantando bajo la lluvia” los problemas de hoy los solucionaremos mañana… “
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Todo este “moderneo” (no confundir con la Modernidad histórica) toma en Valladolid, de la mano del nuevo director Cienfuegos y su “tropa” (ataviada de ropa carísima “marca 198”), la forma de una vanguardia “mucho de izquierdas” dentro de lo cultural. Son una minoría, una élite revolucionaria, que conspira en los márgenes para mantener la pureza cinéfila.
Son personas que nunca reconocerán que el cine de Brian De Palma es mucho más influyente que el de Hitchcock.
Son personas que solo utilizan conceptos vagos e imprecisos como, “puesta en escena, guión, estilo visual …”
Cienfuegos y su equipo no se atreverían con una película como La Sustancia”
Maestros como Fisher, Bava, Argento, Chicho Ibañez Serrador, Romero, Hooper, Craven, Carpenter, Cronenberg o Shyamalan son para ellos anatema.
Con estas premisas, el cine “difícil” (los ladrillos de toda la vida) vuelve a Seminci.
Si la clave con Angulo era posar en la foto, con Cienfuegos la clave será no dormirse en la butaca.
Esta revolución de Cienfuegos ha llegado hasta el extremo de “retirar” el LOGO de seminci de Manolo Sierra.
Los “viejos rojos” ya no son cool.
El sociólogo Boirdeau teorizó sobre cómo la adopción de ciertos gustos y estilos de vida sirve para obtener la distinción con la que las clases dominantes justifican su dominio sobre las clases dominadas. El buen gusto, lo sofisticado, lo COOL. Ahora lo moderno se ha democratizado, así que no se le puede pedir que siga aportando distinción. Cienfuegos pretende que el cine minoritario y “difícil” sea una de esas señas de distinción de lo COOL.
Y con su programación, a priori, podemos dar fé de que lo va a conseguir.
Todo está preámbulo es importante para saber de donde venimos e intentar discernir hacia donde vamos.
Ahora si nos ceñimos a lo estrictamente cinematográfico…
Seminci ofrece en esta 69 edición una ambiciosa y amplia panorámica del cine de autor de referencia a través de la selección comisariada de más de 200 títulos.
Dentro de esta “amplia” selección vamos a resaltar la nueva sección de Constelaciones.
Este apartado no competitivo pretende emular a la Sección Perlas del festival de SAN Sebastián y enriquece aún más la calidad de los títulos internacionales proyectados en el Festival, al brindar un espacio a cineastas que presentaron sus películas en pasadas ediciones y cuentan este año con nuevos trabajos. Desde A Different Man, de Aaron Schimberg, por la que Sebastian Stan ganó el Oso de Plata al mejor actor, a Bird, de Andrea Arnold; además de las últimas películas de Costa-Gavras, El último suspiro, una emotiva película sobre una muerte digna, y Mi única familia, de Mike Leigh, en la que vuelve a trabajar con Marianne Jean-Baptiste, una de las protagonistas de Secretos y mentiras, la película con la que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1996.
Completan esta sección dos de las propuestas que mejor han sido recibidas este año: La semilla de la higuera sagrada, de Mohammed Rasoulof, y Emilia Pérez, de Jacques Audiard. Esta última, que ha sido definida como un narcomusical, es la candidata francesa al Óscar y logró el premio del Jurado y el de mejor interpretación femenina para su elenco protagonista (la actriz trans española Karla Sofía Gascón, Adriana Paz, Selena Gomez, y Zoe Saldaña) en el último Festival de Cannes.
Emilia Pérez es ya una de las mejores películas del año y no deben perdérsela.
En la sección Oficial el cambio más radical desde que Cienfuegos ha tomado las riendas es el compromiso con el nuevo cine independiente y autoral español, Seminci reunirá en todas sus secciones competitivas la más completa participación de producciones españolas en la historia del festival, con 18 títulos que apuestan por nuevas propuestas temáticas y estilísticas y que firman tanto autores con una mirada radicalmente independiente como cineastas con prometedores debuts que apuntan hacia nuevas maneras de narrar con el lenguaje audiovisual.
Entre los primeros, destacan Javier Rebollo, Mar Coll, Carlos Marques-Marcet, Kikol Grau, Paula Palacios o Alberto Gracia. Entre los segundos, el festival apostará por debutantes como Marta Nieto, Paz Vega, Elena Manrique, Carolina África, Pablo Gil Rituerto, Jenifer de la Rosa, Miguel Morillo o Anna Cornudella. La selección de títulos refleja no solo la diversidad y originalidad de la creación cinematográfica en nuestro país, sino también pone de manifiesto la creciente presencia femenina en todos los ámbitos, no solo en la dirección y la producción, sino también en las propuestas temáticas.
Las propuestas de la Sección Oficial abarcan desde los regresos de dos autores consagrados con una marcada personalidad, como Javier Rebollo con En la alcoba del sultán, y Mar Coll con Salve Maria, hasta los deslumbrantes debuts en la ficción de dos mujeres con una destacada trayectoria en otros ámbitos, como la actriz Marta Nieto con La mitad de Ana, y la productora Elena Manrique con Fin de fiesta. Todos estos títulos, junto con la anunciada película inaugural de Carlos Marques-Marcet, Polvo serán, competirán por la Espiga de Oro. Junto a estos títulos y fuera de concurso, se programarán los estrenos en la dirección de dos actrices con una brillante carrera en el cine y teatro, respectivamente: Paz Vega, con Rita, y Carolina África, con Verano en diciembre.
Junto a estos títulos y fuera de concurso, se programarán los estrenos en la dirección de dos actrices con una brillante carrera en el cine y teatro, respectivamente: Paz Vega, con Rita, y Carolina África, con Verano en diciembre.