No sabría cómo calcular la fecha probable de un nacimiento y nunca me han interesado las artes del zodiaco.Lo de la estrella fugaz a mí me parece que es pura casualidad, y quién puede creerse a estas alturas que el destino está escrito en las entrañas de las aves. La magia es otra cosa. Y, por si fuera poco, no se me ha ocurrido traer ninguna dádiva. Presiento que, en verdad, el anhelo de aventura ha guiado mi cabalgadura, y no hay ningún designio misterioso que dirija mis pasos. El viaje ha sido árido y fatigoso, pero he hallado tu regazo, samaritana. Y esta brisa dulce que sopla en las orillas del mar de Galilea.