«Lo único que necesitamos en la vida es una persona que nos quiera de verdad, y tú la tienes Desmond.»
Penny Widmore
PODEMOS MOVER LA ISLA
– Compositor M. Giacchino –
Curiosamente un accidente de avión cobra vida con tu música,
en un paraje inhóspito por descubrir.
A través de tus notas individuos merodean este lugar,
inmersos en sus propias hazañas y ansiedades.
Es un juego de ajedrez en el que hay que escoger un bando,
depositando fe en el camino que va in crescendo.
Y los números se repiten en un búnker que les priva de fantasía,
alejándolos de la realidad. Sí, mal sana hipocresía.
Mas creen en quien tienen al lado, en los otros y en los del más allá,
humanizándose en la adversidad.
Es sencillo, es el destino, no todo está perdido.
https://www.youtube.com/watch?v=aPgqB3ITPwg
Tienen que volver a encontrarse en el soneto,
formar parte de la partitura junto a sus compañeros de viaje.
No será un camino de baldosas amarillas si vislumbran su futuro,
la vida es causa y efecto. Impredecible.
Se han de adentrar en la cortina de humo
e ir en busca de osos polares y otros misterios por explorar.
http://www.youtube.com/watch?v=2xkfa6AZKmw
Y hallarán una constante que les hace seguir amándose,
viajando en el tiempo sin rumbo fijo.
A pesar de la intrusión de mercenarios que quieren arrebatarles
la posibilidad de soñar y de aprender de ellos mismos.
Su misión es dejar el recuerdo atrás.
Pasado, presente y futuro se confunden.
La solución no es una realidad alternativa, más vale afrontar los hechos.
Quién somos y quién queremos ser,
pues han sido escogidos para enmendar sus errores.
Los individuos no sobrevivirán, en el grupo se creará una alianza inmortal.
Y como director de orquesta es consciente de su creación.
Todo final lleva en sí mismo un principio.
Entre las cenizas de la pérdida se alberga espacio para el resplandor del día
y ningún hombre fallece en soledad si le embarga la felicidad.