Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama
Miguel de Cervantes Saavedra
soldado, poeta, novelista y dramaturgo español
Hoy utilizo ese derecho que al principio de la era de este blog Juan y yo nos reservamos para, en cualquier momento dado, publicar desde dentro. Desde dentro… y es que a veces no hace falta dar muchos rodeos para contar lo que ocurre en nuestras entrañas. El deseo y el amor como entes diferentes y capaces de convivir de manera separada en muchas de nuestras relaciones personales del día a día, o incluso del semana a semana. Lo que no es discutible, y me hubiera encantado que Cervantes también lo hubiese confirmado para sentirme con más razón, es que es imprescindible que ambos se den simultáneamente en una de esas relaciones vitales para alcanzar el éxtasis de la realización individual. De manera simultánea, y única, por favor. El amor sin el deseo no es AMOR, y el deseo sin amor, no es DESEO. Un aplauso para las mayúsculas.
Y para que la tarde sea redonda… esa manera de contar las cosas de mi admirada Lantana, atención:
«Me ata, me desata, me hiere y me abraza, me quita… me desquita»
Lantana – Amor