El instinto dicta el deber y la inteligencia da pretextos para eludirlo
escritor francés
Ahora bien, en esas 23.59 no tengo la sensación de lo definitivo, no tengo la sensación de haber crecido ni de haberme realizado lo suficiente. ¿Qué tal si marcamos en nuestro calendario, fechas en las que dejarnos llevar por nuestro instinto? Hace unos días alguien me dijo… «confía siempre en tu instinto». Alguien que me conoce bien. Aunque es cosa difícil esa de dejarse llevar por el instinto, será mejor intentarlo ahora que el tiempo acompaña y que tengo fuerzas suficientes como para que mi inteligencia no trate de eludirlo. Espero que algunas de las noches que vendrán en tiempos siguientes me permitan repasar mi día con una sensación final de orgullo pero también satisfacción, como decía el Rey antes de llevar bastón. Será que ya no tiene fuerzas.
PD: Me encanta estar de vuelta, ¡Juan ha hecho un gran trabajo en mi exilio!