Recientemente en nuestro país se dio a conocer una noticia que ha causado gran impacto entre la sociedad mexicana. De acuerdo con medios oficiales, en un rancho de la población de Teuchitlan, en el estado de Jalisco, se encontró un crematorio clandestino donde un grupo de colectivos y madres buscadoras hicieron lo que las autoridades mexicanas tanto federales como estatales no han hecho, encontraron un gran número considerado de ropa, tenis y objetos personales de personas que fueron reclutados, secuestrados o hasta asesinados por el crimen organizado en dicho lugar.

Pero, para comprender un poco la magnitud del problema, entremos en contexto sobre el lugar de los hechos. Teuchitlan es un municipio perteneciente al estado de Jalisco, México. La historia del lugar se conoce desde tiempos prehispánicos gracias a los descubrimientos arqueológicos que se han dado en la zona, el poblado desde tiempos coloniales, fue un lugar donde florecieron diversas haciendas y ranchos en el que se gestaban productos agrícolas fundamentales para el comercio y alimentación durante los años coloniales.
Así pues, teniendo conocimiento del lugar al que nos referimos, la noticia que ya dio la vuelta al mundo, se trata de un descubrimiento que, como mencionamos antes, un grupo de personas que conforma el colectivo de mujeres buscadores de desaparecidos, el pasado 05 de marzo, entraron al Rancho Izaguirre, un lugar ubicado en el municipio en mención y en el que se compartieron los primeros detalles del terrorífico hallazgo, imágenes donde aparecen prendas de ropa, cartas, zapatos y diversos objetos personales así como restos humanos fueron encontrados en lo que muchos determinaron era un lugar de exterminio, reclutamiento y crematorio de cuerpos que el crimen organizado desechaba o tenía privadas de su libertad.

Las mujeres no solo relataban el horror de lo que se encontró en la zona, también detallaban que en el lugar se encontraban cartas dirigidas a los seres queridos de la persona que se encontraba reclutada o privada de su libertad en dicho rancho, encontraron una libreta donde se escribieron los nombres o apodos de hombres y mujeres que eran reclutados por el mismo crimen organizado. Algo que debemos recalcar es que dicho lugar de Teuchitlan, es dominado por el Cartel Jalisco Nueva Generación, uno de los grupos criminales más poderosos de México.
Algo que nos deja ver esto que acaba de pasar en el Rancho Izaguirre, es la negligencia de las autoridades federales y estatales para brindar seguridad a la población, ese desinterés por atender a las desapariciones forzadas que en los últimos años han ido aumentando en México y que se conjunta a su vez con el reclutamiento forzado que los carteles han establecido hacia los jóvenes a través de ofertas de trabajo engañosas y que han funcionado para poder reclutar y secuestrar.
Desde la presidencia de la República, la presidenta Claudia Sheinbaum ha catalogado de terrorífico el caso de Teuchitlan y ha encargado a la Fiscalía General de la República llevar el caso, debido a que, este asunto deja ver la impunidad de las autoridades locales de Jalisco, ya que dicho rancho ya había sido revisado por la policía desde septiembre del 2024 y, donde se aseguraba que no había nada anormal por la zona.
La pregunta aquí es ¿Por qué las autoridades no encontraron nada cuando se revisó el rancho en septiembre del 2024 y, las madres buscadoras dieron con un terrorífico hallazgo? ¿Después de este desgarrador hallazgo, las autoridades federales ahora sí pensaran en implementar una estrategia u operativo contra los cárteles de la droga y así poder disminuir los casos de desaparición, secuestro o reclutamiento forzado? Hay muchas preguntas sin respuesta aún y solo falta esperar que determinan las investigaciones sobre el caso Teuchitlan, Jalisco.