Un caso de atracción fatal en Carmel-by-the-Sea
Aunque, a finales de los años sesenta, Clint Eastwood ya había expresado su deseo de ponerse detrás de la cámara y rodar su primer largometraje, no sería hasta la década siguiente cuando se decidiría al fin, acercándose a la cuarentena y con su condición de fenómeno de la gran pantalla muy reciente. En apenas un […]
En todas partes está la maldad bajo el sol
En la obra de Christie, por tanto, es la presencia del mal la que señala el asesinato. El asesinato, como cualquier otro crimen, representa la transgresión contra un ser humano, pero, sobre todo, personifica el avance del mal contra una sociedad que desea mantener el mal a raya. Por último, hay una asunción paradójica de lo que es real. Por un lado, incluso cuando se acepta tácitamente la noción del mal, se prohíbe en el género cualquier aportación de fuerzas espirituales que amplíe el ámbito de la acción más allá del plano terrenal; la batalla entre el bien y el mal tiene lugar en el plano social, es decir, en el plano material de la existencia humana y a través de las acciones de los protagonistas. Al mismo tiempo, la presunción de que el acto de asesinato debe ser castigado se ve contrarrestada de tal manera por la forma aséptica en que se presenta el acto que el efecto se acerca a una negación de la materialidad del delito. Así, en la clásica novela policíaca inglesa, tanto el autor como el lector juegan ya con nuestra identificación cotidiana del mundo real con el material. Naturalmente, es la víctima la que sufre la agresión física, pero el crimen por el que se pide que pague el asesino parece ser el no material, cometido contra la norma.
Nihilismo y sinsentido de la catástrofe: Un apunte sobre «Pánico en el estadio» (1976)
Más inquietante, entonces, en sus implicaciones que en la ejecución técnica, la película enfrenta al espectador con la frialdad de un pistolero sin rostro practicando tiro al blanco en este estadio lleno hasta la bandera. Los persistentes picados y contrapicados, el uso de lentes de largo alcance (equivalentes a la mira telescópica del rifle) y el trabajo de la cámara subjetiva nos distancian inevitablemente de las viñetas humanas que se representan en las gradas. Flemática e impasible, la película retrata a la multitud individualmente como perdedores y colectivamente como transeúntes inocentes, en una lucha sin cuartel entre dos fuerzas siniestras, el asesino y los S.W.A.T.
Cowboy de mediodía: importancia y valores presentes en Harry el Sucio (1971)
El progenitor del subgénero de policías duros y prototipo del héroe de acción de la cinematografía moderna –aunque no corran precisamente los mejores tiempos para ello- es este Harry el Sucio (Dirty Harry, 1971), una de las más fascinantes películas de suspense de la historia del Cine, a cargo del legendario director Don Siegel. Clint […]
El amante doble (François Ozon, 2017)
François Ozon es uno de esos pocos directores que se encuentran en la posición más envidiable donde un creador con necesidades mundanas puede estar, ese lugar que permite seguir jugando y experimentando con tu arte como te dé la gana y aún así tener un éxito comercial y económico casi asegurado, cómoda distribución internacional en […]