Amanece con… Patricia Collazo
Nuestra invitada de hoy es Patricia Collazo González, que nació en Argentina en 1967 y reside en Madrid desde 2001. Profesionalmente se dedica a la informática.Sin embargo, es escritora desde que recuerda. Sabe que empezó a escribir aun antes de aprender a coger un lápiz. También sabe que ha sido siempre sinestésica, aunque no fuera […]
¿Para qué escribes, Bataille?
La angustia no concibe el infinito y entonces llega el alivio: furioso asentimiento a la vida, al mundo. Conocimiento del fracaso de la muerte para saber de la falta de conocimiento de su repentina llegada. Entonces lo inoportuno trae la solución definitiva, la que no se preocupa por la pérdida conocida.
Ojos azules: la mirada que condena
Morrison también abordó en esta novela aspectos de la condición de género; de la desventaja y la subordinación a las que hemos estado sometidas las mujeres por los siglos de los siglos, amén. Uno de los elementos más perniciosos y que persiste aún en la actualidad es el concepto de belleza femenina impuesto (que no siempre lo decide el sexo opuesto).
Una escritura todavía (desde entonces siempre) pendiente
Blanchot reescribió a Kafka, ¿pero sabía la reescritura que realmente rige el texto del cazador? Fue necesario un estudio de los manuscritos que la primera versión francesa no conocía para sacarlo a la luz. Otras ediciones dejan una incoherencia en el final del relato, sin duda siguiendo el ejemplo de las primeras ediciones alemanas: el cazador Gracchus, que le cuenta al alcalde sus largas andanzas, evoca de repente, al final de su discurso, una actividad de escritura que cabe en una frase y se insinúa brevemente en el hilo oral del diálogo.
Surrealismo y supervivencia: El trapecio del destino y otros cuentos
Hace algún tiempo, buscando información sobre Hans Bellmer en Internet, una impactante fotografía me sobrecogió por la crueldad de su exposición: un cuerpo de mujer desnudo, marcado por la tirantez de un cordón que la rodeaba y estrangulaba del cuello a los tobillos. La palabra que se impuso en mi mente fue “sumisión”, pero Bellmer […]