La primera de la fila
Dispuestos en fila encima de la cama, los muñecos reciben la lección. Frente a la pared, Martina pinta las letras en una pizarra imaginaria. Imita los gestos y la voz de su seño del parvulario. De cuando en cuando lanza una pregunta o riñe a alguno de los muñecos. Pero nunca afea la conducta de Mariana, la muñeca de trapo. Con dos botones por ojos, pelo de lana amarilla y nariz y boca pintadas, es su juguete preferido. La acompaña desde que tiene dos años y ya va para seis. Es la que se va con ella a la cama.