No hay hombres, solo muchas voces: centenario Conrad
En el origen de este breve comentario hay una frase imprudente, una especie de declaración, de esas que son inevitables. Sin embargo, se trata de una convicción muy real, porque también antigua y tenaz: El corazón de las tinieblas es uno de los más grandes textos de la literatura occidental. Quizá, insisto, sea una declaración […]
Recolectar, contar historias: Thérèse en camino
Se trata aquí de cosechar algo. De recolectar en el texto. Si uno afirma, con rotundidad, que la literatura es cuestión de lenguaje, no podrá por menos que afirmar también que la recolección tiene que ver con el lenguaje mismo, con el discurso. Una deriva del río lingüístico que atraviesa el texto, el pensamiento y […]
Durante mucho tiempo no escribí nada más
El diario es el espacio del desentendimiento. El doble del yo que en él se desarrolla experimenta la permanencia de lo indefinido. Lo hace al mismo tiempo que la lucidez de la conciencia que se describe a sí misma, pues el diarista, al tratar de expresar lo inexpresable, habla siempre de uno mismo para los […]
Como si no hubiera lenguaje
Porque todos somos, si se nos provoca, apasionados terroristas y antiterroristas. Sin Terror -en el sentido vago y mágico que esta palabra tiene en Francia-, ¿quién querría vivir y, sobre todo, escribir? El terror es lo que confiere el fuego y la llama, el horror y el disfrute, a nuestra vida de tinta. Los torturadores y las víctimas, las corridas de toros, las bayonetas, los alambres de púas, el abuso y el éxtasis nos dan un placer ficticio. Y por eso sería instructivo analizar el desgarro de nuestro pensamiento, de nuestras emociones, entre los dos cabos –apolíneo y dionisíaco- que pueden ser designados por los nombres de Paulhan y Bataille: escritores aterrorizantes, aterrorizados y sendos hombres de letras. El lingüista bloqueado y el vergonzoso archivero, editores de revistas y directores de conciencia, unidos por el erotismo.