El lunes vi en el canal de los documentales, Breaking and Entering (B&E) que traducido sería algo así como «entrada ilegal» o «escalamiento». Es la penúltima película de Anthony Minghella (a partir de ahora, AM) que falleció en el año 2008, dos años después del estreno de esta película. Es conocido por ser director y guionista de películas como El paciente inglés o El talento de Mr. Ripley.
Después leí sobre la película B&E, un artículo en el que AM comenta detalles, no centrándose en la película únicamente, y destaco una idea que dice AM que nunca llegó a escribir. Cito al director: «La idea era que una pareja llegara a casa de una fiesta y descubriera que habían entrado en la casa. Al hacer un inventario de lo robado, descubren que algunas cosas habían sido agregadas, y que indicaban que había problemas de matrimonio.»
La película gira en torno a un arquitecto, que junto con su socio van a llevar a cabo en Londres, la remodelación del área King’s Cross (concurso ganado por Foster and Partners en la realidad). Aprovechando que el co-autor del blog será arquitecto, creo que es una buena idea sugerir a Fran que dedique una entrada a esta remodelación si le parece interesante.
He sacado 3 conversaciones de la película. Suelo hacerlo con las películas que veo pero, siempre acabo perdiendo la lista donde las atrapo. Esta vez no ocurrirá.
– Yo tengo una mente criminal, no sé, siempre quiero portarme mal, si veo un culo quiero morderlo, sólo que nunca lo hago.
– ¡Genial, genial! porque sino habrías pasado de inmoral a criminal, pasarías de la inmoralidad al crimen, querer morder culos es un problema ético, y sólo si el culo pertenece a alguien que le disgusta la idea, el delito sería morderle el culo a alguien sin su permiso.
– ¡Estás hecho un abogado!
– ¡Sí!
– ¿Y luego qué?
– ¿Luego qué de que?
– Muerdes el culo, ¿y luego qué?
– Bueno, pues… te lo muerden a ti, ¡digo yo, no sé! hace mucho que no he mordido ni nadie me ha mordido a mí.
– ¿Te sientes infeliz?
– ¿Qué te hace creer eso?
– Lo pareces siempre que vienes.
– Soy razonablemente feliz.
– ¿Razonablemente?, eso es tan inglés.
– Me encanta tu risa. Me encanta oírla. Me gustaría atrapar tus risas en una caja… como la de Bea y que nadie pudiera abrirla.
Iba a intervenir en esta entrada porque me ha gustado mucho independientemente de la peli. Los diálogos sacados de contextos en películas, muchas veces ganan más incluso.
Pero como encima has sacado a mi persona a relucir… jeje, te tomo la sugerencia, aunque quizás deforme un poco lo que traiga 😉
guay guay..
Vaaaa! Pelearos y que salte sangre, ok?
Creo que es la mejor entrada que habeis hecho hasta ahora… 😀
Gracias Anónimo… ¿quién eres?