No lo digo yo, lo dice hasta el Papa. Que por más que se pasee en papamóvil por la piazza San Pietro, bien le gustaría desfilar con su sotana de raso blanco por la alfombra roja de los Óscars. Sin embargo, aunque en su Iglesia se monten una buena película, todavía no ha conseguido que lo nominen. Pero nadie lo echó de menos, por suerte, y por obra y gracia de Sorrentino, Will Smith repartió la hostia. Fue la mano de Dios.
Volvió la fiesta y volvieron las estrellas de Hollywood en un año cuyo cine más premiado ha sido técnico, Dune, de Denis Villenueve, con 6 premios Óscars, y cuyo galardón a mejor película, CODA, de Siân Heder, ha sido una producción menor, que ha pasado desapercibida a este lado del charco y más allá, por el elitismo innaccesible de Apple TV. Una película que mezcla lo mejor de Forrest Gump con un agudizado sentido del humor.
A pesar de que todas las apuestas apuntaban a The Power of the Dog, de Jane Campion, incluso las mías aun a pesar de no estar entre mis favoritas, CODA dio la sorpresa como mejor película (aunque no fue la única de la noche). Por desgracia para todos, lo que recordaremos de los Oscars 2022 es que Will Smith tiene la mano muy suelta, y no que dos grandes directoras y guionistas fueran las protagonistas y galardonadas principales de la noche (con mejor película y mejor guion original para Siân, y mejor dirección para Jane). Es un honor que además hayan compartido categoría con Maggie Gyllenhaal, tercera directora y guionista de la noche por la fantástica The Lost Daughter, y que sea el segundo año consecutivo que la categoría de mejor película la gana una mujer (ya lo hizo en 2021 Chloé Zhao por Nomadland).
En fin, ya sabemos que Will Smith creció y vivió sin hacer mucho caso de la policía, pero ha demostrado ser un hipócrita de tomo y lomo, justificando la violencia en el nombre del amor, mientras dejaba ver que solo él podía reírse de la gracia. Penefalia y mucho poder del perro para todos.
¿Que si el chiste fue acertado? Desde luego ningún fin justifica los medios, pero Chris Rock solo contribuyó, aunque desafortunadamente, a una realidad que debía y debe normalizarse. Ser comediante es una gran putada para todos, hace gracia hasta que te toca a ti.
Y lo peor de todo es que Will Smith haya tenido que ganar un Óscar, que bien se merecían Bennedict Cumberbatch (The Power of the Dog) o Andrew Garfield (tick,tick…BOOM!), por interpretar al hombre que ‘le pone nombre’ al éxito de dos mujeres: las hermanas Williams (King Richard). Totalmente innecesario. Elegir lo que premiamos también escribe nuestra sociedad.
Poco hablaré de ‘Espanto’, porque su premio también me ha parecido un despropósito. Aburrida, plana, complejamente innecesaria y con una música que olvidaremos por completo, nos intenta vender a una niña cuyo «mayor don es no tener ningún don». Vete a la mierda Disney, tener dones mola todo y esa mierda solo te la crees tú. Todo lo que el estudio ha hecho bien este año con Turning Red y los inolvidables 4Town, lo ha hecho de espanto con Encanto. Luca estaba a años luz de Encanto sin la necesidad de tanta floritura y tanta fantasía vacía.
De la gala de los Oscars 2022, sin duda mis favoritas han sido CODA, tick, tick…BOOM!, Belfast y Fue la mano de Dios. Además, no deberías perderte Don´t look up y sus escenas postcréditos, The Power of the Dog, The Lost Daughter, Luca y Drive My Car, con unos de los planos más memorables del cine reciente.
En esta nueva edición de los premios, Chris Rock vio las estrellas, y no fueron solo las de Hollywood. Y por eso y mucho más, los Óscars son la hostia, lo diga quien lo diga. Bendiciones para todos.