Hoy es 8 de marzo, pero no es un 8 de marzo cualquiera.
Muchas serán las evaluaciones de este día, los comentarios y juicios que se hagan de una huelga tan interesante. Me imagino el repaso de los informativos mass-media que ya se han ocupado de deslegitimar y ridiculizar esta iniciativa.
Puede que hasta incluso te topes con algún cuñado hoy que se saque de tus casillas…
–¡Ni machismi, ni feminismi!-
En fin…
Consumiremos muchas imágenes, veremos a niñas, mujeres jóvenes, adultas y mayores en las calles poniendo en cuestión que sin ellas no se mueve el mundo. Pero en muchas de esas imágenes faltarán otras tantas que no cumplan con un formato de huelga que no está al alcance de todas. En una convocatoria que aunque ambiciosa, se ha olvidado de gran parte de ese sujeto nada homogéneo que solemos categorizar bajo la etiqueta mujeres.
Por eso en un día como hoy creo que todes deberíamos reflexionar sobre nuestros privilegios, sobre quién sostiene la vida que tenemos. Qué lazos invisibles (y no tanto) son los que se encargan de tejer nuestro estar en el mundo. Que el movimiento feminista se haya currado una huelga de esta magnitud es sin duda algo increíble, una huelga que ataca al corazón del capitalismo, ojalá que este parón sirva para que mañana pongamos en marcha otro mundo…
¡Nos vemos en las calles!