Una vez más la celebración del fuego nuevo reúne a la cultura purépecha, ahora el pueblo de Ocumicho se prepara para recibir el fuego viejo y comenzar con los preparativos para el nuevo fuego que durante un año permanecerá custodiado por la población.
Desde 1983, la tradición del Año Nuevo o Fuego Nuevo ha sido importante elemento de fortalecimiento de los pueblos purépecha en Michoacán. Desde su nacimiento, se establecieron algunos principios fundamentales para que esta celebración tuviera un sentido único, los cuales fueron: no participación de partidos políticos, la no participación de religiones y la celebración es originaria y autóctona de la cultura purépecha.
La mañana del 1 de febrero del 2024, el fuego viejo llegó a la población de Ocumicho para iniciar con lo preparativo para la celebración ritual. El fuego viejo custodiado en el año 2023 por la comunidad de Erongarícuario, pasó por diversos pueblos hasta llegar a su nueva sede; ya en la plaza central de Ocumicho se encontraba la gran pirámide que recibiría la manifestación del nuevo ciclo, rememorando a las antiguas tradiciones prehispánicas.
Recorrido del fuego viejo con rumbo a su nueva comunidad. Foto México Desconocido
Símbolo de renovación, unidad, fuerza y resistencia de los pueblos de origen P´urhé. El ritual de la celebración del Fuego Nuevo también coincide con la constelación de Orión, al estar en su punto medio de su recorrido y donde los purépechas representan con esta festividad la divinidad del dios principal de los antiguos tarascos, es decir, Curicaueri dios de la vida, de la guerra y del fuego.
Durante la celebración, la población de Ocumicho destacó por la riqueza cultural, histórica y la gastronomía que se dejaba ver entre sus calles, donde se conjuntaban pequeños puestos de comida típica y en los que, los trajes tradicionales de los pueblos p´urhépecha vislumbraban a los visitantes.
Durante el recorrido por el pueblo, los habitantes de las diversas comunidades de la lengua P´urhé, demostraban la riqueza de las danzas folclóricas de su región. Danza del pescado, las aguadoras, entre muchas otras eran bailadas previo a la ceremonia del encendido del fuego nuevo, elemento de vida y de renacimiento en el que se renovaba la fuerza, los lazos y la cultura de las comunidades históricas descendientes de los antiguos pueblos de Michoacán.