
Fue en los años 60 cuando una serie de artistas estadounidenses comenzaron a pintar objetos y escenas de la vida cotidiana con un Hiperrealismo atroz. La temática de las pinturas era representas escenas cotidianas, momentos totalmente normales en la vida de una persona como ir a tomar un café, o parar enfrente de una gasolinera.
El procedimiento de estos artistas es utilizar la cámara fotográfica como base de su trabajo, documentando así el día a día en la vida del ciudadano estadounidense. En la mayoría de los casos, el close-up es la raíz. Acercan su cámara a determinados objetos como botes de ketchup, saleros o focos delanteros de un coche y, fascinados por los brillos y texturas plasman la fotografía en el lienzo. En mucho otros la fotografía panorámica es la base de su inspiración.
El Pop-art es responsable de la aficción que tiene el Hiperrealismo por representar los escaparates, lo kitsch las imágenes estereotipadas de las cosas.

2009
Óleo sobre lino
137 x 183 cm.
Propiedad
Colección Richard Alexandre
imagen © Don Jacot fotografía © Galerie Rive Gauche, Marcel Strouk

1970
Óleo sobre lienzo. 121,9 x 167,6 cm
Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en depósito en el Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid



Este movimiento tuvo su merecido reconocimiento con la famosa exposición «documenta» (con d minúscula) en Kassel, Alemania en 1955. En la primera documenta, Bode (su fundador) quería acercar el arte a la gente, sobre todo a los obreros. No se trataba del arte contemporáneo sino del arte degenerado, pintura y escultura de los años 20 y 30, oprimida en los tiempos del nacionalsocialismo.La última edición, la número 13, tuvo lugar entre el 9 de junio y el 16 de septiembre de 2012.
Todo movimiento artístico tiene sus fans y sus retractores, y éste no iba a ser diferente. ¿Tiene mérito copiar una fotografía? ¿Tiene mérito representar los estereotipos? Eso ya… lo dejo en sus manos
¡Buen lunes!