La recesión está transformando la estructura económica española. Mientras la agricultura y los servicios mantienen su peso, en términos de valor añadido, la industria y la construcción han experimentado un crecimiento negativo durante estos últimos años. La agricultura y algunas actividades de servicios (especialmente comercio y hostelería) han experimentado un crecimiento apreciable. Sin embargo, la industria y la construcción han seguido perdiendo peso en la estructura económica nacional.
Aunque la crisis está afectando a todos los sectores económicos, resulta claro que la industria y la construcción están siendo los principales perdedores. La agricultura, aunque ha seguido perdiendo efectivos, mantiene un importante nivel de empleo, en comparación con su reducida aportación al PIB.
- En los cinco años de recesión la industria ha perdido 930 mil empleos (el 28% de los que tenía al inicio del periodo).
- La industria manufacturera sigue destruyendo empleo y la minería pierde, en sólo un año, casi el 11% de la ocupación.
- Peor todavía es la evolución del sector construcción, donde han desaparecido el 60% de los empleos existentes antes de la crisis.
- El sector servicios es el que mejor está resistiendo en términos de empleo.
Las tasas de paro más altas las tiene la agricultura (27,46%) y la construcción (25,67%). Industria y servicios se sitúan en torno al 11 y 12 %, respectivamente.
España tiene una Economía Terciarizada: más del 60% de su poblaciones ocupada y activa ejercen su actividad en el sector servicios. El sector agrario presenta cifras muy bajas y decrecientes, y el industrial presenta cifras decrecientes.
Si observamos los datos en la evolución histórica desde el año 1976 vemos como mientras la ocupación en el sector servicios ha ido aumentando progresivamente durante los años, en el resto de sectores la ocupación ha ido disminuyendo salvo en la época de la burbuja inmobiliaria en el sector de la construcción.
Comparándonos con el resto de Europa, España presenta unas cifras algo elevadas en el sector agrario y bajas en el sector industrial.
Una vez analizados todos estos datos podemos llegar a la conclusión de que, si seguimos manteniendo una importancia tan grande en el sector servicios, sera bastante difícil reducir el paro hasta porcentajes relativamente aceptables. El sector servicios se nutre en gran parte del valor aportado por las industrias. Por lo tanto, si no somos capaces de generar un tejido empresarial de mayor volumen y calidad, sera muy difícil crear empleos en el sector servicios.
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