Enrique Jordá: «La cultura es una ventana abierta a otra realidad más interior que nos devuelve nuestra identidad, nos facilita un espíritu crítico y nos permite soñar»

Me gusta crear objetos, otorgarles una presencia real en mi entorno. Cada una de las obras que realizo es la materialización de un sentimiento que he querido expresar… un sueño hecho realidad… trabajo convertido en juego: ideas iniciales, bocetos, maquetas a escala y realización en material definitivo… una pequeña aventura en la que decidí embarcarme y que ha tenido un final feliz.

Enrique Jordá nació el 16 de julio de 1969 en la ciudad de Alicante. En 1990 se diplomó en Restauración de Obras de Arte en la Escuela Oficial de Madrid. Acabó sus estudios en 1998 obteniendo la Licenciatura en Bellas Arte en la Facultad de San Carlos de Valencia. Desde el año 2001 los Simposios de Escultura centran gran parte de su interés. Como restaurador y escultor sus inquietudes son las artes plásticas en general y la escultura en particular.

¿Qué te sugiere Alicante?

Alicante ha sido y es una ciudad de tránsito y residencia para mucha gente, conviven muchas culturas.

¿Qué piensas de la actualidad cultural en Alicante?

Ante esta situación multicultural, creo que es necesario subrayar y recuperar la idiosincracia cultural de Alicante. En cuanto a las artes plásticas, los organismos públicos apoyan a algunos artistas, en función de un jurado y de la adaptabilidad de la obra a las salas de exposición de que disponen. Creo que se ofrece un abanico de estilos y tendencias bastante plural, mostrando así las distintas formas de plasmar el mundo interior del artista. Iniciativas como las vuestras, me parecen muy oportunas para completar la oferta cultural.

¿Y de la actualidad cultural en general?

En general parece que la cultura es accesoria y esta idea se subraya más en tiempos de crisis como el actual. Paradójicamente creo que en tiempos como el actual la cultura es una ventana abierta a otra realidad más interior que nos devuelve nuestra identidad, nos facilita un espíritu crítico y nos permite soñar. En época de crisis es precisamente cuando las personas necesitamos ver la realidad de otro modo o incluso interpretarla, visualizar imágenes de un futuro que esperamos y por el que estemos dispuestos a trabajar.

¿Cómo ves la situación actual: crisis económica y política, ética y valores, pobreza y riqueza, globalización, conocimiento…?

Nos encontramos en una época postindustrial y tecnológica, abundan los productos con una esencia estándar y despersonalizada. Prima la producción, aunque en muchas ocasiones ésta producción no se adapta a las necesidades reales…pero da igual, nos dejamos convencer de que hay que comprar para sentirnos bien, para diferenciarnos del que menos tiene.

En el área del conocimiento suele interesar más lo que puede tratarse en términos absolutos como la ciencia, relegando los valores morales. Seguramente esta crisis nos ayude a valorar lo esencial.

¿Algunas propuestas para el cambio? Si piensas que es necesario, claro.

Creo profundamente en la capacidad de un creativo para transformar su entorno, si un artista es capaz de imaginar y representar, ya sea por medio de la palabra, la música, la pintura, la escultura… también debemos creer en nuestra capacidad para imaginar otro mundo mejor y utilizar los medios apropiados para lograr esa transformación. Creo que el cambio empieza por uno mismo y su entorno más inmediato, haciéndonos sensibles a él, a las personas con las que convivimos.

Quizá para salir de esta crisis necesitamos volver a una economía más humana donde la productividad no sea lo esencial y en ocasiones el dinero no sea la moneda de cambio. El preguntar al otro qué necesita y cómo se siente, serían los pilares de esta nueva economía en la que los productos estarían hechos a medida y con amor.

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