Benedict Wells y el protagonista de su novela Jules Moreau tienen, al menos, un punto en común: su amor por la escritura y el deseo de ser escritor. El amor es, de hecho, uno de los grandes temas de la novela. El amor por el arte, la escritura, el amor por la vida. El amor en diferentes vertientes: fraternal, el amor como relación imposible o platónica.
No es nuevo el argumento de la orfandad. Desde lo más clásicos como Oliver Twist, los personajes Mark Twain, o Jane Eyre. Pasando incluso por Heidi o El libro de la selva. El fin de la soledad ha reinventado estas historias abordando temas tan universales y actuales como la soledad y el amor.
Benedict Wells (Munich, 1984) es la joven revelación de las letras alemanas. Con tan solo tres novelas publicadas ya se ha dicho de él que «escribe con la maestría de un gran novelista» (Süddeutsche Zeitung). Por El fin de la soledad ha recibido el Premio de Literatura de la Unión Europea en 2016. Su primera novela Becks letzer Sommer publicada a la edad de 24 años fue calificada como «el debut más interesante del año» (Die Zeit) en Alemania y adaptada al cine en 2015. Su segunda novela y ésta que ahora presenta han sido rotundos best sellers.
Ficción con sentimientos reales
El fin de la soledad es la muestra de esa maestría exquisita y personal. Un estilo directo y sencillo pero que resulta conmovedor. Ficción contada con sentimientos reales. Evoca sentimientos melancólicos, de nostalgia, enfado, diversión… Muestra esa maestría narrando una historia cronológica que pudiera parecer plana, pero con un ritmo constante capaz de mantener el interés de principio a fin. La novela recorre treinta años de vida de sus protagonistas. Llegó a tener 800 páginas del manuscrito, en siete años de escritura, que han sido reducidas a poco menos de trescientas. Suficientes para contar una historia que toca temas de peso y rotundidad. Además del amor, la soledad. A veces la soledad no elegida, impuesta o determinada por las circunstancias; y la soledad autoimpuesta, por el miedo, la inseguridad o la necesidad de abstraerse y alejarse del mundo real al de la ensoñación. La superación de la pérdida o el cambio son otros temas que vienen ligados a esta historia.
Jules Moreau es el pequeño de tres hermanos cuyos padres murieron en accidente de tráfico siendo ellos unos niños. Desde ese momento Jules se convertirá en una persona extremadamente tímida y retraída que recurre constantemente a su propio mundo salvo cuando está con Alva. Su gran amor. Sus complicadas vidas se entrelazan en el relato con las de los otros dos hermanos de Jules.
Una historia que nos cuenta la vida de estos personajes en un período de treinta años desde la muerte de sus padres. Con una estructura bien equilibrada: no se excede, ni se queda corto en el relato, ni tratamiento de las distintas partes. Aunque comienza con un flashforward, es un relato cronológico con una tensión oculta casi imperceptible que mantiene al lector inmerso en una lectura fluida. Hay algo que llama la atención, la peculiaridad de los personajes, sus complejidades particulares; y, verdaderamente, la facilidad para sentirse identificado con ellos. Sus emociones, sus sentimientos.
El acierto de Wells es haber creado una novela muy visual. Con vida, pese al halo de nostalgia y melancolía que la impregna. Valiente, pese al miedo, la soledad y la desesperanza. Una novela que es una explosión de emociones.
Título: El fin de la soledad |
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