Si tu caso es de tristeza extrema y justificada, no creo que puedas seguir al pie de la letra estos pequeños consejitos. Si eres de las personas que adoran quejarse, enfermarse (real o imaginariamente) o acostumbras a “atomizar” al resto de los mortales contándoles penas y cuitas, ni siquiera te molestes en leerlos.
Ahora, si eres un ser normal que tiene sus deudillas y problemas solucionables en un plazo de tiempo medianamente razonable, que se levanta cada día e intenta asumirlo con buena cara (aunque muchas veces fracasa en el intento), que no pretende ser perfecto, sino perfectible, quizá y solo quizá estos consejillos te puedan aportar algo.
El primero de todos es este: asume que no eres perfecto: te equivocas y mucho y cada vez que buscas a quien echarle la culpa de tus propios errores, ahondas más el pozo de tu imperfección y encima creas enemistades gratuitas, porque el mundo es muy pequeño y tarde o temprano la verdad se sabe.
Si le erras, enmiéndate, pide disculpas y aprende de tus errores. La justificación de que el hombre es el único animal que tropieza 2 veces con la misma piedra, es el escalón más bajo de la mediocridad mental.
Otra cosa importante: si tienes deudas y no tienes dinero, ¿para qué estás todo el día con esa cara larga, amargándote a ti mismo y al resto de quienes te rodean? Intenta afrontar al “mal tiempo con buena cara” y seguramente tendrás muchas más opciones que si te dedicas a lamerte las heridas y a compadecerte a ti mismo.
El día en que por el hecho de estar deprimido y con cara de pocos amigos (por no decir otra cosa…) consigas que los bolsillos se te llenen de euros, yo seré la primera en acompañarte en tu melancólico desánimo y lloraremos juntos hasta que se nos sequen los lacrimales.
Destierra de tu vocabulario expresiones como: “estoy muy mal”, “me siento deprimido”, “hoy no debería haberme levantado” y ¡cambia el chip! Si te pasas repitiendo lo mala que es tu vida, eso es lo que obtendrás, una vida miserable ¡si es que te lo estás buscando!
No pretendo que entres en un velorio carcajeándote, (aunque el que cuenta chistes es el que mejor se lo pasa sin dudas) pero para todo hay un límite y recuerda que esto no es para casos extremos y no me pidas ejemplos; puedes buscar mejorar o justificar tu desidia.
Prueba un día. Solo te pido que un solo día cambies la actitud: en vez de gruñirle a los demás, salúdales con amabilidad, buena educación y sonríe y si ellos siguen con sus gañidos de tristeza o inmersos en su gris indiferencia, piensa esto: ¡ellos se lo pierden!
Busca cada espejo, superficie brillante, cristal y regálate a ti mismo una buena sonrisa. Valora lo que tienes, piensa lo que has logrado y disfruta de tu propia compañía. Eso sí, te aseguro que el resto de los que te rodean comenzarán a mirarte “raro” pero es una sensación maravillosa la de destacar por sonreír.
Y si logras un mínimo cambio a favor, por muy pequeño que sea verás que la actitud positiva se contagia, la risa también y tu entorno variará considerablemente. Y no lo hará necesariamente por el comportamiento de los demás, sino porque tú has comenzado a percibir las cosas de manera positiva y estás listo para dar el siguiente paso: ELEGIR conscientemente todos y cada uno de los días del resto de tu vida ser FELIZ.
Usted qué opina ¿Esto TAMBIÉN es cultura?