David Sardaña (1973) es un fotógrafo murciano que reside actualmente en Alicante. Licenciado en Filología Hispánica, se dedica a la fotografía comercial (eventos sociales, producto, industrial, prensa…) que es lo que le da de comer y le encanta aunque necesita tener en la cabeza algo que le ayude a conocerse, a curarse o a olvidarse de él mismo. Es ahí cuando nacen sus proyectos fotográficos más personales relacionados con la enfermedad mental, los presos, el género, los espacios, o a día de hoy, el urbanismo.
Hablamos con David de fotografía, de gente inspiradora y de futuros proyectos.
El arte para David es…
Una manera de vivir, de mirar la vida y pasar por ella. “No me gusta mucho la palabra arte, por lo desgastada que está, pero en el fondo creo en un arte activo y comprometido en el sentido de coherencia vital. En mi caso hago fotos porque lo necesito, porque no me puedo pensar haciendo otra cosa, al menos de momento”.
David presenta
Una serie de fotografías, no todas relacionadas con el mismo proyecto, a las que David tiene un especial cariño. Nos cuenta que sobre ellas no quiere hablar ya que hablan por sí solas si les prestas atención. “Un poquito de actividad. No me gusta la inacción.”
Fuentes de inspiración
David nos explica que el trabajo de los demás siempre inspira de un modo u otro, aunque no queramos, pero él trata de seguir su ritmo y le gusta pensar que todavía quedan cosas por hacer. Si tuviera que escoger , seguramente se decantaría por Duchamp. No en cuanto a contenido, sino como desestructurador total. Por otro lado, elegiría a Borges, como gran arquitecto de mundos, preciso y falso a la vez, documentado y fantástico a la vez.
En cuanto a la música, se pasa el día escuchando música y de todo tipo. “Es algo que me absorbe, me evade, me relaja, me excita”. David admira mucho a la gente que se dedica a ello porque le intriga la manera que tienen de aunar las matemáticas y las emociones. Confiesa que es fan absoluto de Nina Simone y sus arreglos pero para los procesos de creación escucha mucha música electrónica ya que es la que más se ajusta a sus pensamientos o, al menos, a como él quiere que se desarrolle. Es por eso que Portishead siempre suenan.
Le hemos preguntado a David a quién admira dentro del mundo del arte y nos ha contestado que admira a mucha gente de diversas artes: unos muy famosos y otros completos desconocidos. Pero que sobretodo admira la coherencia artística y el humor.
Algunas de estas personalidades son: Visconti, Genet, Nina Simone, Julian Schnabel, Foncuberta, Tarkovski, su profesor de lírica barroca A.L.Prieto de Paula, Guardiola y García-Solera, El Bosco, Francis Bacon, Alberto Celdrán, Tom de Finlandia, Frida Kahlo, Angélica Liddel, Ximo Flores, Pepe Calvo, los hermanos Cohen, Yann Tiersen, Cassavetes, Borges, Portishead, John Waters Divine.
“Y así podría seguir líneas y líneas y se me quedarían mil por citar. Pero sobre todos ellos, es posible que me quedara con Francis Bacon y con Borges”.
Proyectos de futuro
David tiene varios proyectos entre manos. Desde hace casi 2 años está trabajando junto a Iñigo Lanz (a quien conoce desde hace 10 años y con quien encaja muy bien a la hora de trabajar) en una historia muy interesante: el Racionalismo Levantino. En este proyecto pretenden revisar estéticamente una parte de la arquitectura alicantina bastante despreciada por el ciudadano común: lo que otros han llamado la “arquitectura del sol” o “del relax” y que Íñigo y él tienen bastante interiorizada desde pequeños. “Yo he crecido en la Albufereta e Íñigo en San Juan, así que creo que hay un punto de nostalgia en todo esto. Lo que pasa es que tenemos 40 años (Íñigo aún no) y las cosas se ven de otra manera. De este proyecto hay pendiente una exposición, que hasta que no esté cerrada, no existirá. Con lo cual me lo callo. También estamos trabajando en la elaboración de un libro con todo el material que estamos creando y recopilando”.
También hay en proceso un par de exposiciones más para el año que viene y continua con su obsesión por los espacios y como el ser humano los habita, modifica, abandona o destruye. “Es una cuestión muy sencilla. Hacerse preguntas. Las respuestas me interesan menos, de momento. Esto igual es cosa de mi padre, periodista, que me enseñó a preguntármelo. Qué, quién, dónde, cuándo, por qué y cómo”, nos explica David.
Además, le hemos preguntado si se imagina dedicándose al arte de aquí a 10 años y su respuesta ha sido que sí se imagina haciendo algo similar a lo que hace hoy en día. No sabe ni dónde ni cómo, pero le gustaría poder seguir mirando las cosas como le gusta mirarlas.
“Evoluciones aparte, creo que para entonces ya tendré una cámara de 100 megapíxeles instalada en mi ojo derecho para que nada se me quede en la retina”.
I ♥ Alicante
“Mi lugar favorito de Alicante no está en Alicante”. Con esta afirmación David se refiere a que la ciudad ha cambiado mucho en los últimos años. A su alrededor la gente ha dejado de quejarse por las carencias culturales y ahora se quejan (nos quejamos) de la gestión que de esos recursos públicos se hace. Por eso su lugar favorito de Alicante está por llegar, y no se refiero a un espacio físico.
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