«Babilonia fue la capital de Nemrod. Sus muros eran de ciento veinte metros de alto y treinta de gruesos, y estaban flanqueados por dos filas de torres, una dentro y otra fuera de los muros, habiendo bastante espacio entre ellas para que un carro con cuatro caballos pudiera volverse fácilmente. Una zanja o trinchera ancha y profunda, revestida de ladrillos y llena de agua, rodeaba toda la ciudad, y sobre cada uno de los cuatro lados del recinto abríanse veinte y seis puertas de bronce macizo»
Se trata de un extracto de una joya de biblioteca, Las maravillas de la Arquitectura, edición del 2005, pero originariamente escrito en 1867. Todo un legado de la mano de André Lefèvre en el que recorrer la historia de la arquitectura desde la mirada de finales del siglo XIX. Bonito y valioso regalo el que recibí… y que aquí podéis saborear, o bueno… leer en su defecto.
Pues Babilonia es uno de esos lugares del que siempre quise saber más. Tiene esa componente de lugar legendario, utópico y a la vez asilvestrado que cautiva a cualquier observador ajeno a la época. Épica y supervivencia de una ciudad que nunca lo consiguió. Las imágenes más bonitas e inspiradoras que he encontrado os las propongo bajo estas líneas y se acercan, sobre todo, a reconstrucciones en torno a los Jardines colgantes de Babilionia y a la bíblica Torre de Babel probablemente inspirada en los conocidos zigurats . Mucho se ha escrito y elucubrado sobre la realidad de Babilonia, múltiples etapas y sobre lo que queda de ella, así que no seré yo quien, bajo mínimos conocimientos, trate de iluminaros el camino. Interesantísimo artículo en este blog.
Pues hoy te envidiamos ( y nada de sanamente…jajaja) te envidiamos y mucho por tener en tus manos ese precioso ejemplar y te damos las gracias por compartirl aqui con nosotros. Si esa torre de babel fue posible nos parece la maravilla de las maravillas.
Siempre es un gusto asomarse aqui.
Un abrazo
Siempre es una alegría leeros ^^ Ojo porque si la distancia que nos separa fuese corta, os lo presto con todo el gusto. No hay nada como leer un libro físicamente, jeje. Sobre la Torre de Babel… es uno de esos escenarios históricos o míticos que transmiten inmensidad. Si pudo imaginarse, pudo existir.
Un abrazo y gracias!