Si ha habido un disco que me ha gustado al cien por cien este pasado 2024 ha sido el último trabajo de Muerdo, Sinvergüenza, que va de la mano de Altafonte, y que tal y como nos contó en su día Pascual Cantero (Muerdo) es uno de los trabajos más personales que ha realizado hasta la fecha.
Es el disco que más he puesto de mí, de mis historias personales. En los discos anteriores se movían más las letras en cosas más universalizables, genéricas, sociales y en este caso hay un componente muy personal en las canciones: de mostrar mis propios conflictos, luchas, demonios personales, y he hecho un ejercicio de desnudo integral, tanto en el disco como en la portada. (Muerdo)
Es complicado que todas las canciones lleguen de una u otra manera tras una escucha, y sobre todo si es en la primera, suele pasar que a medida que oyes de nuevo las canciones entren, pero aquí en este trabajo tan personal y sanador, como él lo describe, todo cuadre, todo encaje en su musicalidad y en su personalidad.
Desde Amanece Metrópolis ya informé de los primeros singles y de sus vídeos, de la vitalidad que cada canción llevaba impregnada, y el resultado final no defraudó, de hecho ahí están sus resultados, esa gira que ha tenido fuera de España, y los primeros conciertos en nuestro país. Ahora la siguiente cita será en Madrid, el día 31 de enero, dentro de la programación de Inverfest 2025, y dónde recuerdo que en la entrevista que tuvimos el pasado mes de septiembre ya tenía en mente, puesto que una de las canciones que más cariño tiene de este disco, Sinvergüenza, es Ay Madrid, una composición dedicada a la ciudad que acogió al cantante murciano, Pascual Cantero – Muerdo, desde sus inicios.
Sus composiciones dice que siempre nacen del conflicto, nunca desde estados de alegría, aunque luego impregne sus letras con esa mezcla tan característica de intensidad, profundidad y notas de alegría. Para Muerdo, contar lo que siente es una vertiente para desplegar sus sentimientos, y aquí no ha tenido vergüenza alguna de mostrar todo su ser, y siempre sin dejar de poner una musicalidad que hará que la canción llegue bien, con ritmos que nos llevarán por diversos estilos, pero nunca sin perder su personalidad sonora.
Para Muerdo las canciones son tan importantes por lo que cuentan, el tono y su forma, porque además de poder basarse en sus vivencias, busca también la universalidad, y encontrar una similitud con su público, empatizar, y por supuesto sin dejar de lado la parte más reivindicativa que siempre han caracterizado sus composiciones, aunque a priori aquí no lo parezca tanto. Pero sí, en este disco se ha desnudado en cuerpo y alma, en su portada y en sus letras.
Su directo es vital, cercano, alegre y descargando toda su pasión por la música, así lo ha demostrado en giras anteriores, y aquí ya lo está haciendo y también lo logró hacer en esa pequeña presentación del disco aquí en Madrid, pero en petit comité, ahora toca disfrutar de Muerdo, su banda y su música en el Teatro Circo Price, desplegando toda esa energía que son la impronta de sus canciones, y mucho más en un directo.