Cantine/transept (Dan Perez y Benjamín Klintoe, 2014, Francia)

Un corto que son dos o que es el mismo con un entreacto mediada la historia, el hijo de papa que quería ser mafioso y cambió la familia biológica por la familia de Baltimore, de vida regalada a vida de violencia. Sordidez en todo, en los personajes, en las relaciones, en la violencia, en el sexo. Un viaje de Baltimore a París para no ver ni una ni otra, un París suburbial que bebe de la referencia de “Mercuriales”, el bizarro y sorprendente largometraje igualmente francés del año pasado, como este corto. Como muchos de los cortos de este festival adolece de un problema, su excesiva duración, no atreviéndose a dar el salto al largo, se sobredimensionan los minutos sin aportar nada destacable, una buena poda dejaría el producto en algo más tentador, más perturbador, más coherente aunque no sea ésta la idea buscada de propósito por los directores. (Miguel Martin)