«Hay fanta, cerveza, cocacola y agua fresca»
Pero así… en minúsculas y todo juntito. Es lo que tienen las grandes frases mediáticas. A mi se me quedó grabado en la memoria cuando en mi adolescencia e infancia tanto pisaba la playa. Esos caballeros con la cámara frigorífica a cuestas, facilitando la hidratación de los veraneantes a un módico precio. No sé a qué viene esto exactamente, creo que ha sido un fleco caído desde Bienvenido a la incertidumbre, o quizás haya sido esa textura del grafito que tanto asemeja a un granulado limite costero. A lo que iba yo… este artista japonés pone en relieve, nunca mejor dicho, todo su talento sobre un bloc, o dos, de notas, a través un una barrita de grafito envuelta en madera.
Me gusta esta galería, me la descubrieron y la he gozado con cada una de sus páginas que discurren paralelamente a esas ilusiones ópticas a pie de calle. Nagai Hideyuki atraviesa la delgada línea en el arte entre realidad y ficción a base de representar su mundo. A mi me ha entusiasmado la facilidad con la que hace interactuar a sus personajes dentro de una arquitectura que solo él imagina a partir dos planos. Ese sistema diédrico que tanto nos ha dado y quitado a los que recibimos una formación técnica, pues bien, Nagai excava en él y eleva sus dimensiones alegremente. Arquitectura gamberra y del subsuelo habitada por sus elementales personajes, en color o en blanco y negro…
Impresionante, siempre me han gustado este tipo de arte!
Son geniales sí! Los japoneses es que tienen una inspiración especial siempre. Gracias Brto por estar!